109 III. Un cambio de enfoque inclusivo que es empujado por todos los actores del territorio —comunidades, empresa privada, gobierno nacional y gobiernos descentralizados, empresarios locales, la academia, etc.—, que identiÀca y trabaja desde las potencialidades del territorio y su vinculación con los territorios vecinos, y que busca mejorar la calidad de vida de las comunidades en varias dimensiones al mismo tiempo. Ese es el modelo de desarrollo multidimensional, inclusivo y sostenible que suscribimos. 1. EL OBJETIVO: DESARROLLO TERRITORIAL Entendemos el desarrollo territorial como la evolución de un territorio en todas sus dimensiones: económicas, sociales, ambientales y físicas. Un proceso de construcción social e institucional que, a partir de las relaciones económicas y sociales existentes en el territorio, reÁexiona sobre cómo y dónde se desarrollan las actividades económicas, sociales, políticas y culturales para, a partir de ese conjunto de acuerdos, plantear estrategias que impulsen el desarrollo y mejoren las condiciones de vida de las personas. Un proceso colaborativo y sinérgico que logra el efectivo ejercicio de los derechos fundamentales para todos los habitantes del territorio. Así, el enfoque, por un lado, apunta a una transformación económica y productiva, pero también a una institucional y social, donde se involucra a todos los actores involucrados o comprometidos, acercándolos entre sí, para discutir, buscar consensos y, poco a poco, construir crecientes niveles de conÀanza y relaciones más fuertes que los comprometan en objetivos compartidos. El desarrollo que se busca, como hemos dicho, es integral: entiende el bienestar y la calidad de vida como una noción multidimensional, incluye a todos los que cohabitan o se vinculan con el territorio, es responsable con el ambiente, rompe con las relaciones de dependencia entre la comunidad y la minería a través de la diversiÀcación económica, identiÀcando
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