Libro: Desarrollo territorial y minería

131 III. Un cambio de enfoque es el medio para la construcción del desarrollo territorial. Estas reÁexiones van en la línea de lo argumentado por la Conferencia Europea de Ministros Responsables de la Ordenación del Territorio (CEMAT, 2006), la cual indica lo siguiente: para gestionar activamente cualquier cambio territorial, este debe ser asegurado por una dirección política democrática eÀcaz, cooperación a largo plazo, una visión común de las metas de desarrollo a diferentes niveles de gobierno … y la participación de los principales agentes territoriales e interesados (stakeholders) implicados en el proceso. (p. 6) La gobernanza territorial implica, entonces, una serie de elementos: relaciones multinivel y multiactor, donde se produce una cooperación horizontal y vertical, con actores que asumen roles y corresponsabilidades para aterrizar y perseguir objetivos compartidos, articulando o integrando políticas con enfoque territorial. Una dinámica que, como ya hemos adelantado, moviliza a los actores a reÁexionar sobre sus roles y a replantearlos. Cambiar su manera de hacer las cosas y acercarse a una forma de trabajo colaborativa, donde cada uno no solo aporta con su visión de desarrollo, sino con sus propias capacidades, conocimientos y recursos diferenciados para alcanzar los objetivos que han establecido previamente en una estrategia concertada de desarrollo territorial. Inevitablemente, esto también amplía el nivel de involucramiento de dichos actores con el territorio. En el caso de la empresa minera, por ejemplo, puede trascender sus límites corporativos y su enfoque de reducción de daños o impactos, para acercarse a los demás actores y asumir un rol catalizador de la gobernanza y el desarrollo. Sea para fortalecer las relaciones entre los actores, acortar las distancias entre el Estado y la sociedad territorial, ayudar a reconocer y trabajar las potencialidades de los territorios, o articular y atraer capacidades y Ànanciamiento para maximizar las oportunidades de desarrollo. Pero sin sustituir, de ninguna manera, al Estado, ni perder de vista la temporalidad de

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