142 Desarrollo territorial y minería un monitoreo constante del cumplimiento de esa agenda, que informe a los actores y la sociedad civil acerca de los resultados conseguidos y, a su vez, sirva como fuente de aprendizaje sobre las acciones más eÀcaces y los desafíos que surgen en el camino, a Àn de perfeccionar la estrategia. En este punto, las alternativas son varias. La empresa privada, por ejemplo, aporta con su experiencia en el monitoreo de estándares de rendimiento. O se entablan alianzas con el sector del conocimiento, ya sea con alguna universidad regional u otra institución de este tipo, para desarrollar una fuente viva de conocimiento del territorio, desde sus características preexistentes (demográÀcas, sociales, culturales, económicas y geográÀcas) hasta los cambios producidos por los aciertos y desaciertos de la estrategia vigente, así como el nivel de sus impactos en el desarrollo relativo del territorio. 2. LA RUTA: ¿CÓMO LLEGAR A CONSTRUIR UN ESCENARIO DE GOBERNANZA TERRITORIAL PARA EL DESARROLLO TERRITORIAL? El objetivo de la ruta es alcanzar una dinámica de gobernanza donde sea posible concretar una visión compartida, activar espacios de diálogo y participación entre los principales actores, y garantizar la ejecución y el Ànanciamiento de una estrategia de desarrollo. Para ello, primero es preciso conocer (y reconocer) las condiciones iniciales de cada caso. Desde deÀnir cuáles son los verdaderos límites del territorio, de acuerdo con el alcance de las interacciones económicas, sociales u otras, internas y con su entorno, hasta identiÀcar a los actores y liderazgos preexistentes, el estado del capital social y sus capacidades para la construcción de objetivos compartidos para el desarrollo del territorio. A partir de este reconocimiento del territorio y sus actores, es posible poner en marcha el proceso de construcción de gobernanza territorial para el desarrollo territorial. Este proceso exige superar un conjunto de etapas, fases determinadas, que
RkJQdWJsaXNoZXIy MTM0Mzk2