164 Desarrollo territorial y minería diferencias y, también, las posibilidades de entendimiento. A través del diálogo es posible reconocerse, relacionarse, empezar a construir conÀanza y hasta proponer acuerdos conjuntos que, de ser concretados y demostrar cierta efectividad, fortalecerán las alianzas y las posibilidades de trazarse, en algún momento, objetivos más ambiciosos. Así, luego de una primera aproximación entre los actores, el diálogo es la base de la pirámide, el puente que acerca a los actores de un territorio y les permite mostrar sus intenciones, sus capacidades de llegar a acuerdos y contrastar su visión de desarrollo. En suma, empezar a ganar conÀanza y contar con las garantías para colaborar con el otro. c. La construcción de conÀanza La conÀanza es el propósito principal del diálogo territorial. Sin conÀanza, por lo menos en un nivel mínimo, no existe la posibilidad de que se establezcan objetivos compartidos. Mucho menos despertar el compromiso de los actores o movilizarlos a construir una visión compartida. En los últimos años, sin embargo, en algunas partes del país ha habido un deterioro de la conÀanza. Especialmente, por las negociaciones en momentos de crisis sociales, donde las autoridades y representantes del gobierno han cometido errores al trazar objetivos o acuerdos demasiado ambiciosos, que sirven para sofocar el estallido en un corto plazo, pero que en la práctica son demasiado complejos o directamente, improcedentes por la normativa, los propios procesos de la administración del Estado, el presupuesto disponible o las competencias del gobierno o de la autoridad Àrmante. Este tipo de incumplimientos, retrasos o silencios luego de las negociaciones ha degradado las relaciones del Estado con los actores en varios territorios.
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