Libro: Desarrollo territorial y minería

165 IV. Planteamiento En casos así de críticos, antes que plantear objetivos colectivos entre los actores, es preciso empezar desde cero y paso a paso, proponiendo compromisos escalonados que, al alcanzarse y dar resultados, impacten positivamente en la conÀanza de los demás actores, recuperándola o fortaleciéndola. Con esa base, además, será posible pensar en atraer más capacidades y recursos para apostar por objetivos cada vez más ambiciosos. También puede haber casos en los que la institucionalidad sea muy débil, o casi nula, y la conÀanza entre actores, poco menos que inexistente. Entonces, será necesario considerar involucrar a un cuarto actor foráneo y sin intereses en juego en el territorio. Un mediador que facilite el acercamiento de los actores, consiga sentarlos en una mesa y ayude progresivamente a restablecer las relaciones y construir conÀanza. Conforme se aÀance el espacio y se construyan o recuperen las relaciones, pueden empezar a proponerse objetivos y será posible involucrar a más actores que enriquezcan la estrategia de desarrollo. Así pues, el estado de la conÀanza en las relaciones entre los actores dicta inevitablemente cuál debería ser la magnitud o el alcance de los objetivos, y también su propia visión: en un primer momento, los acuerdos pactados pueden responder a intereses de solo pocas partes involucradas, pero conforme se concreten y traigan consigo resultados, empezará a aÀanzarse la conÀanza, y será posible apostar por una mirada más colectiva y metas más compartidas. d. La institucionalización y legitimización de los mecanismos de diálogo A nivel distrital, provincial, regional y nacional, existen distintos espacios o mecanismos de diálogo que pueden ser activados o adaptados para una iniciativa de construcción

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