166 Desarrollo territorial y minería de gobernanza territorial. A partir del diálogo, podrán plantearse objetivos sensatos y alcanzables, y con esos resultados, poco a poco se cimentará la conÀanza. Esto, a su vez, como un círculo virtuoso, fortalecerá esos mecanismos o espacios de diálogo y los legitimará a los ojos de los demás actores. Inevitablemente, la institucionalidad del territorio también acabará fortalecida. Pero, antes que nada, es importante identiÀcar cuál es el comportamiento de la institucionalidad en el territorio y qué tan aÀanzados están los espacios de diálogo y otros mecanismos de negociación. Muchas veces, este aspecto depende de la propia naturaleza de estos espacios: si su visión es colectiva o, por el contrario, responde a intereses particulares, como la agenda especíÀca de determinado agente del gobierno nacional. En este punto, como puede adivinarse, para mejorar la institucionalidad y aÀanzar los espacios de participación y negociación, es importante que los mecanismos de diálogo se articulen en una red que responda a las prioridades del territorio, dictadas especialmente por los actores locales, y no impuestas por actores externos en función de objetivos paralelos. Esto servirá como base para la construcción de conÀanza y, a partir de ella, de una visión compartida de los actores. e. La capacidad de adoptar objetivos compartidos En un grado óptimo, esta capacidad es el resultado de una transición del diálogo territorial y los acuerdos enfocados en temas e intereses muy particulares, hacia un escenario de gobernanza territorial. Hablamos del momento en que los actores ya pueden plantearse objetivos compartidos, aunque en un inicio sean acotados en el tiempo o sus alcances; luego, progresivamente, podrá avanzarse hacia
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