Libro: Desarrollo territorial y minería

167 IV. Planteamiento establecer cuáles serán las estrategias para alcanzar un desarrollo territorial inclusivo, multidimensional, que comprometa a sus actores, y que capitalice las potencialidades del territorio y las articule con las oportunidades identiÀcadas en el entorno. Y, también, de la etapa en que los actores ya cuentan con las capacidades necesarias para comenzar a asumir el liderazgo de sus propios procesos de desarrollo. Se trata, pues, de identiÀcar el punto de madurez en el que se encuentran en cuanto a sus posibilidades de adoptar objetivos compartidos, donde los actores y sus intereses convergen entre sí, porque ya se han estrechado las relaciones, se ha construido conÀanza y se han demostrado los primeros éxitos del diálogo multiactor y el trabajo colaborativo. Por lo menos, entre los tres actores más relevantes en un territorio: el gobierno territorial, el sector privado con mayor capacidad y los principales líderes ciudadanos y de organizaciones sociales. Pero, aun así, este escenario no es Àjo ni el resultado de un proceso necesariamente lineal. Por el contrario, suele presentar retrocesos o estancamientos. La construcción de conÀanza puede ser difícil, la participación de los actores puede ser intermitente al inicio, o los resultados podrían no ser tan evidentes. Todo dependerá de las condiciones preexistentes en el territorio y de sus propias posibilidades, así como de la situación que atraviese. Es posible, como mencionamos, que en situaciones de crisis al gobierno local le resulte difícil asumir el liderazgo o capitanear el espacio de diálogo, y un nivel de gobierno superior, nacional o regional, deba intervenir para gestionar el proceso de diálogo multiactor. O que, en un escenario mucho más complejo, donde los mecanismos de negociación del gobierno nacional hayan perdido

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