182 Desarrollo territorial y minería entorno, la historia, las brechas y potencialidades, la cultura y el capital social del territorio para sustentar las posibilidades de éxito de la estrategia. Luego, con la agenda ya implementada y las primeras acciones desplegadas, es importante hacer trabajo de seguimiento. Así, la información inicial es actualizada permanentemente a través de la información que surge a partir de los avances de la estrategia de desarrollo territorial: cuáles son las acciones con mayor o menor éxito, sus impactos, sus restricciones y, en general, cuál es la efectividad del proyecto. Estos dos planos, a su vez, necesitan de una institucionalidad sólida que sirva como base para construir nuevo conocimiento y fortalecer el compromiso de todos los actores con la agenda compartida. Por eso, la información producida por el seguimiento y la evaluación de la estrategia territorial debe ser, en un primer nivel, compartida y analizada con los principales liderazgos del territorio activos en el espacio multiactor, que han aportado al diseño de la estrategia y trabajan en su implementación, a Àn de fortalecer su compromiso y alianza. Pero también, en un segundo nivel, con la población del territorio a través de mecanismos de rendición de cuentas y de los medios locales de comunicación social. Así, esta cultura de transparencia y difusión de la información sirve como un escenario eÀcaz para generar discusiones, análisis y nuevos aprendizajes alrededor de las acciones que han sido las más efectivas y las que no. Y, sobre esa base, aÀnar el conocimiento multidimensional del territorio, perfeccionar el diseño de la estrategia de desarrollo territorial y estimular la motivación de los principales actores, la población y sus organizaciones.
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