Libro: Desarrollo territorial y minería

215 V. Propuestas las empresas han de actuar de la misma manera, ni con la misma intensidad en todo ese territorio. b. DeÀnir la intensidad de su participación en los distintos espacios del territorio. Es probable que el grueso de acciones directas e inversiones sociales de una operación minera se concentren en lo que hoy se denomina el área de inÁuencia directa; sin embargo, hay acciones que requieren, por ejemplo, el involucramiento de autoridades subnacionales que concentran sus acciones fuera de esta área inicial. Ambos espacios, el inmediato cercano a la zona de extracción minera, por ejemplo, y el institucional distrital o provincial, pueden ser relevantes y exigirán intervenciones, relacionamiento e inversiones de distinta intensidad. De la misma forma, las empresas han de jugar un rol en espacios más alejados de su operación directa. Por ejemplo, a nivel institucional, pueden funcionar como articuladoras y promotoras con gobiernos provinciales o regionales, o incluso con el gobierno nacional, para facilitar la diversiÀcación de oportunidades económicas, apoyar la ejecución de inversión pública y participar en acciones que fortalezcan el establecimiento de una visión del territorio que los incluya. En cada espacio el involucramiento exigirá esfuerzos distintos, acciones distintas; por ello, hay que mapear el conjunto del territorio, deÀnir el rol que se debe cumplir en cada porción del mismo y asegurar que los actores claves lo conozcan. Esto puede llevar a reforzar los equipos de gestión social más allá de los especialistas en relaciones comunitarias. c. Mapeo de actores, espacios de interacción, planiÀcación, acción conjunta, y potenciales coaliciones, etc. Muchas empresas ya hacen este tipo de exploraciones, pero hay que releer esos esfuerzos con una mirada de construcción y fortalecimiento de la gobernanza territorial. No se trata solo de identiÀcar a

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