Estrategias para reconstruir el país

Estrategias para reconstruir el país •51• el peligro era la inflación, o para reanimarla cuando la amenaza era la recesión, como en el ejemplo de 1998. En el 2002, se introdujo el esquema de metas de inflación (EMI) bajo el cual el BCRP se fija una meta de inflación, de 2 por ciento anual, con un margen de tolerancia de un punto por encima o por debajo, y se busca alcanzarla mediante modificaciones en la tasa de interés de referencia para el mercado interbancario. En el mercado interbancario, los bancos se prestan dinero unos a otros, a plazos muy cortos, generalmente de un día. El BCRP, a través de la tasa de interés interbancaria, puede afectar a las tasas de interés de plazos más largos, que son las que influyen en el consumo y la inversión, la demanda, la producción y los precios. En el auge, cuando la inflación está en alza o amenaza con subir, el BCRP sube la tasa de interés, enfría la economía y lucha contra la inflación. En la recesión, cuando la inflación está muy baja, o se espera que baje mucho, el BCRP baja la tasa de interés, reanima la economía y lucha contra la deflación. La política monetaria es así estabilizadora, contracíclica. Eventualmente, el BCRP también utiliza la tasa de encaje (los depósitos que los bancos privados mantienen en el BCRP) con el mismo propósito. El otro instrumento es la intervención en el mercado de dólares. La intervención tiene dos objetivos. En primer lugar, impedir una volatilidad excesiva del precio del dólar. En segundo lugar, acumular reservas internacionales en forma preventiva para afrontar las crisis económicas que, en su mayoría, en la historia del Perú, han tenido su origen en caídas en los términos de intercambio y/o salidas de capitales, que nos obligaron a devaluar fuertemente. Debido a ello, hemos aprendido, a golpes, la extrema importancia de tener un colchón grande de reservas internacionales, de carácter precautorio. En el Perú, tener suficientes dólares es como el seguro oncológico para la persona propensa al cáncer. El nuevo esquema monetario fue puesto a prueba durante la crisis internacional del 2008-2009, caracterizada por una salida rápida de capitales y una fuerte caída de los términos de intercambio. Como el BCRP había acumulado dólares, pudo venderlos para impedir una gran devaluación y, al mismo tiempo, suministró dólares a los bancos que se habían quedado sin liquidez. Además, como el choque internacional fue recesivo y deflacionario, redujo

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