Miguel Inchaustegui, asesor y director independiente de Cañariaco Copper Perú, dio a conocer algunas de las nuevas acciones vinculadas al Centro de Convergencia y Buenas Prácticas Minero-Energéticas - Rimay, para este 2023, como es el avance de la Hoja de Ruta Tecnológica para Proveedores de la Minería (HRT-METS).El representante minero indicó que en abril se dará una nueva reunión de la comisión multisectorial para ver precisamente la implementación del Observatorio de Proyectos de esta plataforma, que busca impulsar la innovación tecnológica en la minería y elevar la contribución de los proveedores mineros peruanos.“Esta es una de las iniciativas donde ha participado el Hub de Innovación Minera. Para ello se ha elaborado un diagnóstico, una visión compartida entre proveedores mineros, empresas y gobierno, y ahora se está implementando esa Hoja de Ruta para cerrar las brechas identificadas”, explicó en el Jueves Minero, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.Es importante mencionar que este proyecto lo lidera Produce con el Minem, cuenta con una resolución y una comisión que ya empezó a tener reuniones y a partir de abril van a tener una nueva reunión para implementar una de las iniciativas ahí plasmadas: el Observatorio de Proyectos. “La idea es que este observatorio esté en la página web de Rimay y se espera implementar en el mes de abril”, precisó Inchaustegui.Valor compartidoLa conferencia del Jueves Minero se dedicó también a presentar su programa de innovación PERUMIN Hub, sobre lo cual Inchaustegui resaltó lo valioso de promover la innovación a través de la creación de valor compartido.Según explicó, incorporar el valor compartido a las actividades del sector minero permitirá construir confianza y crear un círculo virtuoso para el buen aprovechamiento de recursos energéticos, superar los retos actuales que afronta la industria y tener un mundo sostenible en beneficio de todos.“La minería sostenible debe impulsar un círculo virtuoso que contribuya al cierre de brechas sociales y desarrollo de las regiones; la descentralización y fortalecimiento institucional; sostenibilidad ambiental; promoción de buenas prácticas en las actividades del sector; y fomento de la competitividad y sostenibilidad del sector”, señaló.El valor compartido como la práctica más poderosa para las empresas Inchaustegui indicó que si se observa el valor compartido desde una mirada de negocio, sin duda genera muchos beneficios. “El valor compartido va a mejorar su competitividad y rentabilidad, ya que incrementa el nivel de colaboración entre los actores, disminuye el nivel de conflicto y construye un nuevo propósito empresarial, lo cual en conjunto contribuye también a mantener una buena licencia social para operar”, afirmó.Además, resaltó que esta práctica brinda a las empresas la oportunidad de innovar, competir y crear un entorno empresarial sostenible. Permite también abordar de forma significativa los retos sociales y ambientales, promueve la creatividad y estrategias de negocio a mediano y largo plazo. “Mejorar la colaboración a través de la convivencia, el diálogo y la creación de valor compartido, buscando con ello no sólo reducir o prevenir conflictos, sino promover el desarrollo productivo y sostenible, se logra responder a las necesidades de las comunidades, se fortalece la licencia social para operar y se realiza el propósito de la empresa”, enfatizó Inchaustegui.Impacto para un mundo sostenibleEsta sería una práctica de ganar-ganar tanto para la empresa como para las comunidades y el medio ambiente. Según Inchaustegui, la innovación sería clave para el éxito del valor compartido en la estrategia corporativa. Sugiere considerar en primer lugar la creación de impacto social y ambiental positivos, lo cual retornará como impacto a favor del negocio, y ahí se debe utilizar la innovación para aumentar el alcance y escala del impacto de manera cíclica.En ese sentido, Inchaustegui consideró importante dar continuidad a iniciativas de diálogo como lo hace en el país RIMAY, el Centro de Convergencia y Buenas Prácticas Minero-Energéticas; y a nivel internacional el Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM), cuyo propósito es lograr el liderazgo a través de la colaboración para mejorar la contribución de la minería y los metales al desarrollo sostenible.Cabe mencionar que de las 26 empresas mineras que integran el ICMM, 12 operan en el Perú y una de ellas de origen peruano (Minsur). De igual modo el IIMP forma parte de esta organización, donde todos sus miembros se guían por los cuatro proyectos de desarrollo definidos en el periodo 2022-2024.
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