Por: Ing. Roberto Maldonado, primer vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del PerúIniciamos esta columna refiriéndonos a la tasa de empleo en el sector minero formal, uno de los indicadores reales que muestra de alguna forma el desempeño y la capacidad de adaptación y resiliencia que ha tenido nuestra industria para afrontar la difícil coyuntura marcada por la pandemia del Covid-19 Según el Ministerio de Energía y Minas al cierre del 2020 los empleos directos en el sector minero ascendían a más 198, 000 puestos de trabajo, un 14.9% menor al año anterior. Normalmente esta cifra supera los 200 mil puestos de trabajos directos y genera un millón y medio de empleos indirectos. Ello nos dice que, a pesar de los obstáculos, entre ellos la paralización de las operaciones mineras por disposición del gobierno, nuestra industria logró recuperar su producción en el segundo semestre del 2020, posibilitando la llegada de divisas y evitando una afectación mayor a nuestra economía.Por otro lado, observamos una dramática contracción del flujo de las inversiones extranjeras directas (IED) en nuestro país durante el 2020 (-76%), según la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad). Dicha cifra no solo fue menor al promedio de Latinoamérica (-37%), sino también del registro mundial (-42%).De acuerdo a estimaciones del Banco Central de Reserva (BCR) para este año se espera una recuperación parcial de las IED, que en el 2020 solo ascendieron a USD 1,552 millones (una contracción de más de USD 7,000 millones) debido al impacto de la crisis social y económica que vivimos actualmente.Cabe mencionar que esta crisis también afectó el nivel de inversiones mineras que cerraron con un decrecimiento cercano al 30% el año pasado. Siendo el rubro más afectado el de exploraciones, que obtuvo el nivel más bajo en toda una década (USD 223 millones), lo cual es realmente preocupante.Sin embargo, pese a ello podemos decir que la minería a nivel mundial no se ha detenido a diferencia de otras industrias. Por el contrario, hoy existen mejores perspectivas debido a la demanda existente, especialmente de países como China, y a los mejores precios del cobre y el oro. Estos dos metales componen el 80% de nuestra canasta minera.Por ello consideramos que es importante no solo aprovechar este escenario de precios robustos, sino también sentar las bases para darle sostenibilidad a nuestra minería, la principal industria que nos ayudará a salir de esta crisis. Esperamos que nuestras próximas autoridades tomen conciencia de ello.
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