2020-11-30La reflexión sobre la coyuntura actual del país realizada por el decano de los past presidents del IIMP, el día central del 77º Aniversario del IIMP, el jueves 26 de noviembre.Hoy el Perú nuevamente está sumido en el caos. Tengo personalmente una profunda pena e indignación de que hayamos retrocedido tanto, después de todo el esfuerzo desplegado durante los últimos 30 años por recuperar a nuestro país de la gravísima crisis en la que se encontraba al final de la década de los 80, producto de la violencia terrorista, así como, y principalmente, por el desmanejo político irresponsable y populista. El hartazgo que hoy tiene la población sobre su clase política, está totalmente justificado. La cortísima presidencia del Sr. Merino solo fue la gota que derramó el vaso. Nos arrastra una clase política con miopía social, sin valores, y con agendas personales que priman sobre la agenda país. La mejor prueba de ello es constatar que todos los ex presidentes arrastran alguna acusación relacionada a corrupción, . ¡POR ESO ES QUE EL PERÚ DIJO, BASTA YA! y nos dio una clara lección de que sin legitimidad y sin valores, no se puede avanzar. Hoy estamos frente a otra prueba que nos pone la historia, y dependerá nuevamente de todos los peruanos que este capítulo se cierre de la mejor manera para el Perú. Es hora de llamar al liderazgo, al orden y al respeto institucional. El Perú de hoy, es un país muy diferente al que conocíamos. La crisis integral y estructural que vivimos, ha hecho evidente las carencias existentes, las que si bien se han agudizado, ya se arrastraban de años atrás. Según APOYO Consultoría, el impacto de la crisis del Covid ha hecho que retrocedamos 10 años. Al cierre del 2020 aproximadamente 600 mil familias dejarán de ser clase media y casi un tercio de la población caerá por debajo de la línea de la pobreza. Tenemos un país débil, fragmentado, e inmerso en una crisis moral. Debemos reconstruirlo ya mismo….¡¡¡¡Salir victoriosos de esta crisis estructural, dependerá de: - analizar correctamente lo que nos llevó a ella, para no cometer los mismos errores, - de buscar un propósito común, un propósito país que nos guíe a todos, hacia los mismos objetivos. - Requerimos, y SI podemos, crecer exponencialmente, generando desarrollo, riqueza, empleo y crecimiento de alto impacto de manera integrada, pero para que ello sea posible, es indispensable recuperar la credibilidad en las instituciones tutelares del país. El país se encuentra envuelto en una profunda crisis de confianza. Lograr que la ciudadania recupere credibilidad en sus instituciones públicas y privadas, debe ser una de las principales tareas a realizar, como paso previo a recuperar la institucionalidad y, por ende, el rumbo del Perú. Actualmente las empresas están siendo injustamente percibidas por la ciudadanía como entidades que solo buscan beneficios económicos, y más aún, que están coludidas con diferentes niveles de gobierno en actos de corrupción. En los últimos años hemos conocido algunos casos sonados de actos delictivos, censurables por cierto, pero que no representan a la gran mayoría de empresas responsables, percepción que se ha agudizado por la actual crisis que vivimos. Urge que la justicia castigue a los responsables, marcando una distancia entre los individuos que cometieron el delito, y las empresas que ellos utilizaron.Así, se evitará afectar a miles de trabajadores, y se podrá retomar valiosos proyectos para el desarrollo del país, y que hoy se encuentran paralizados.Hay que mirar la generación de confianza como un círculo virtuoso. Por ello, la Visión País debe de estar acompañada con acciones concretas, gestos, compromisos del Estado, como del sector privado, que se traduzcan en beneficios tangibles y que constituyan metas medibles. Necesitamos urgentemente definir, con la participación y con el compromiso de todos, los indicadores que le permitan a todos los peruanos evaluar la marcha del país, y que nos acerquen a las necesidades de la población. Indicadores que nos guíen a todos al cumplimiento de metas que el país necesita, para ayudar de esa manera a que todos JUNTOS salgamos de la crisis estructural que hoy nos afecta, y que nos conduzca a que todos los peruanos tengan acceso a las mismas oportunidades para que así en la sociedad peruana, prime la equidad social. Debemos determinar cuáles son las brechas más importantes de cerrar, cuáles son los proyectos por ejecutar y cuáles son los compromisos a asumir, tanto por el sector público, por el sector privado, como por la sociedad civil. Necesitamos, por ejemplo, indicadores económicos, educativos, de salud, que sean evaluados periódicamente, cada dos o tres meses, y que todos, empresa, Estado, academia, gremios, sindicatos, trabajemos bajo los mismos parámetros, para avanzar en el cumplimiento de los objetivos que como Perú requerimos alcanzar rápidamente. Por ejemplo, la minería debiera implementar un conjunto de indicadores que permitan transparentar, caso por caso, los montos del canon minero generado, así cómo se está utilizando, y las mejoras que se puedan ir alcanzando respecto de la satisfacción de las necesidades básicas de la población.El objetivo nacional debe ser el cumplimiento de estos indicadores, cerrar las brechas económicas, educativas y de salud, para así avanzar rápidamente en lograr la equidad entre todos los peruanos. La ausencia de liderazgo en todos los frentes: político, gremial, sindical, empresarial y académico, y la falta de institucionalidad, nos han generado gran parte del caos en el que hoy vivimos. Es urgente que el Acuerdo Nacional retome el liderazgo que la grave crisis que nos afecta, lo obliga, para lo cual es necesario convoque a los líderes más representativos a sacar juntos adelante al Perú. No podemos esperar al próximo gobierno… actuemos ya…. Asentando las bases para la reconstrucción institucional, moral, social, económica y política. Necesitamos SI, de un compromiso de ancha base para frenar la incertidumbre. HAGAMOS QUE LA AGENDA QUE PRIME SEA LA AGENDA PAISEs evidente que en el Perú de hoy la falta de valores, traducida en una gravísima debilidad institucional, ha causado la descomposición del país. Todas las organizaciones deben asumir un rol más activo y coherente, para que cumplan con el propósito para el que fueron creadas. Convoquemos al diálogo y a la acción, al liderazgo empresarial, gremial, sindical, civil, Impulsemos una sociedad más activa, más unida, más justa, más coherente y cohesionada, bajo un liderazgo fuerte, que imponga orden y respeto al imperio de la ley.EL PERU YA NO AGUANTA MASPara lograrlo requerimos que todos seamos parte de la solución, promoviendo consensos a través del diálogo y la integración, todo lo cual requiere seamos tolerantes. Olvidémonos de la izquierda, la derecha o del centro, escuchémonos, y busquemos alianzas, teniendo como objetivo común el cumplir con el propósito país. Eso SI, exijamos que lo que nos una sea la búsqueda de la verdad, la transparencia, la integridad, para juntos acometer la reconstrucción nacional. Los empresarios debemos asumir el compromiso de desarrollar una economía cada vez más humana, poniendo en el centro a nuestro país, a la comunidad que nos rodea, así como a nuestros trabajadores. La única manera de salir del hoyo en el que nos encontramos, es si navegamos todos juntos en una misma dirección. Es hora de pensar en grande y la única manera de hacerlo, es trabajando unidos. Debemos, asimismo, comprometernos a ejercer un liderazgo fuerte y coherente con la búsqueda de la verdad, la transparencia y la integridad y hacer un pacto con la tolerancia. Busquemos la participación de todos, a todos los que quieran sumarse a construir este nuevo Perú, aceptando opiniones diversas y promoviendo consensos. De esta manera, las instituciones podrán poco a poco recuperar la confianza de la ciudadanía, al hacerla participe del desempeño de sus autoridades, así como del actuar de las empresas privadas y de las instituciones de la sociedad civil. (22)No permitamos que el miedo nos paralice. Todos y cada uno de nosotros comprometámonos a contribuir a que la reconstrucción del país, sea una lucha común. Es nuestro DEBER como peruanos, y nuestra RESPONSABILIDAD como empresarios. Me permito proponerle al Instituto de Ingeniero de Minas del Perú para que asuma el liderazgo en el proceso de definir y luego evaluar y comunicar, el conjunto de indicadores de la actividad minera, labor que deberá posibilitar que la ciudadanía conozca, tanto el valioso aporte de la minería en el Perú, como que pueda vigilar objetivamente su desempeño.Sin duda alguna, los efectos de la pandemia y del populismo imperante, han empobrecido a todos los peruanos, haciendo que hoy el mercado interno sea sumamente limitado. Como país, debemos con urgencia recurrir a expandir todos los sectores económicos de exportación. Hoy mas que nunca, el país requiere que se facilite, que se promueva la inversión privada responsable, en minería, agroindustria y pesca, así como en las obras de infraestructura que faciliten su competitividad, para así generar el empleo y la riqueza que la situación actual demanda.El Perú hoy cuenta con varios proyectos mineros listos para ser desarrollados, proyectos de irrigación paralizados y otros por desarrollar, TODOS ellos están pendientes de que la administración del Estado asuma su responsabilidad y haga que se respete el imperio de la leySalgamos al mundo a promover a nuestro Perú, como un destino competitivo para nuevas inversiones en diferentes sectores económicos. Por todo lo anterior, los invito a pensar en grande, tanto en grandes oportunidades, como en grandes soluciones. EL PERU LO VALEGracias.
No se pierda la última edición de Diálogos Mineros 2024 con Fernando Arrieta, CEO de AlpayanaSeguir leyendo