2022-03-04Baltazar Lantarón, gobernador regional de Apurímac, enfatizó que los recursos económicos provenientes de la minería, como el canon y las regalías, deben destinarse principalmente a programas enfocados en el cierre de brechas sociales y el desarrollo productivo sostenible de las comunidades, a fin de garantizar el progreso permanente aun cuando la actividad extractiva haya finalizado.“Estamos entregando dinero para inversión en proyectos de infraestructura, pero no para reactivar la economía ni para mejorar la calidad de vida de nuestros hermanos”, reflexionó, durante la reciente edición del Jueves Minero que organizó el Instituto de Ingenieros de Minas de Perú para tratar sobre «Los fondos sociales y convenios marco en el Corredor Minero del Sur».Según su experiencia, en las zonas cercanas al corredor persisten altos niveles de anemia y desnutrición, así como un bajo nivel educativo y escasa capacidad productiva, por lo que es comprensible que los pueblos demanden cada vez más dinero a las empresas mineras para resolver sus problemas, e incluso lleguen a escenarios de conflictos, ante el olvido del Gobierno central. “En el 2020, se obtuvo un adelanto de canon minero de S/ 500 millones para todos los gobiernos regionales y locales del país, los cuales anteriormente no percibían estos ingresos, pero sí contaban con operaciones mineras. Ese fue el caso de Apurímac con Las Bambas”, recordó el funcionario.Para darle un buen uso al dinero que recibió esta región, precisó que su gobernación estableció ciertos “candados” o requisitos mínimos que permitieran un gasto eficiente y transparente del presupuesto y dar continuidad a las obras.Iniciativas de desarrollo territorialEl Ing. Rómulo Mucho coincidió también en que es necesario elaborar programas para el desarrollo territorial de las zonas circunscritas al Corredor Minero del Sur, donde moran 200,000 personas en un espacio de 40,000 Km2.Asimismo, citó el proyecto minero Corani, en Puno, como promotor del desarrollo de las comunidades a través de la creación de productos derivados del ichu, el mejoramiento genético del ganado y el uso de la fibra de alpaca con propósitos médicos. “Necesitamos incorporar estas y otras iniciativas de desarrollo productivo, así como también capacitar a las autoridades en el uso del dinero, ya que si este no es bien invertido, seguiremos discutiendo los mismos problemas por 20 años más”, advirtió.Diversificación de negocios localesPor su parte, Eleonora León, exjefa de la Oficina General de Gestión Social del Minem, resaltó que es importante que los emprendimientos locales se diversifiquen para proveer no solo a la minería, sino también a los demás sectores económicos, a fin de acceder a mayores oportunidades de crecimiento.“Para formar un negocio, hay que ser responsable. Los emprendimientos no surgen de un día a otro. Por lo tanto, es fundamental capacitarnos constantemente si deseamos incorporarnos en la cadena de valor de las grandes empresas”, dijo.Finalmente, propuso la modernización de la gestión pública a nivel regional y local para el gasto efectivo del presupuesto con enfoque en el desarrollo territorial.
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