2020-01-23Por: Ing. Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del PerúEn nuestro país, aún muchos peruanos creen que la minería se sigue desarrollando con métodos tradicionales de épocas pasadas. No se imaginan que dentro de un par de años, en nuestro territorio empezará a operar una mina 100% digital como Quellaveco de Anglo American, el proyecto cuprífero más grande de los últimos tiempos.Esta moderna operación, que representa una inversión de más de US$ 5,000 millones, no solo engloba el enorme avance tecnológico que ha tenido la industria minera en los últimos años, sino que se convertirá en la escuela del minero peruano del futuro, según sus representantes.Después de Las Bambas, en Apurímac, Quellaveco es considerado el segundo emprendimiento minero de mayor inversión en nuestro país. Sin embargo, existe el temor de que sea uno de los últimos de esta magnitud, ya que en los próximos años podríamos depender solo de proyectos mineros de menor escala.Y, lógicamente, contar solo con emprendimientos menores impactaría moderadamente en nuestra economía. Algo que nos preocupa. Entonces, ¿qué deberíamos hacer como país para atraer más inversiones mineras de esta magnitud y ser más competitivos? Es una de las interrogantes que necesitamos responder.Para atender dicho desafío, el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, elaboró reciente el Índice de Competitividad Minera, una herramienta que analiza y mide los factores que definen la competitividad del sector minero nacional. Este permite establecer una línea de base y, con sus actualizaciones periódicas, apreciar sus tendencias en el futuro.El Índice de Competitividad Minera estudió al Perú y lo comparó con otros seis países también mineros como: Australia, Canadá, Colombia, Chile, México y Sudáfrica, respecto de cinco aspectos fundamentales: potencial geológico, política fiscal, infraestructura, regulación y entorno social.Según este índice, el Perú se ubica en el penúltimo lugar de dicha muestra de países mineros que compiten por inversiones, debido principalmente a la deficiencia en los indicadores de infraestructura, regulación y entorno social, donde se evidenció que aún existen brechas que superar.Con este estudio, hemos visto con mucha claridad que, salvo en el indicador potencial geológico, el cual nos ubica en un tercer lugar detrás de Australia y Canadá, no hemos salido muy bien en los indicadores restantes, donde figuramos de media tabla para abajo. Y ese es un tema serio del cual debe tomar nota el Gobierno.Por ejemplo, en cuanto a infraestructura, las minas peruanas enfrentan una geografía adversa debido a que sus yacimientos se ubican mayormente sobre los 4,000 msnm. Su mayor reto está en la infraestructura terrestre. En este indicador obtuvimos el último lugar. Esta brecha representa un costo tremendamente importante en términos de costos logísticos para las minas.Del mismo modo, en temas de regulación, Perú obtuvo el menor puntaje debido a la existencia de un mayor número de permisos en promedio, sobre todo en las etapas de exploración y explotación. El principal problema es que en nuestro país los plazos no se cumplen.Y ni qué decir en el indicador de entorno social, en el que también nos ubicamos en la cola debido a una serie de factores estructurales, como las malas condiciones socioeconómicas de las poblaciones que viven cerca a los proyectos y operaciones. El IDH (Índice de Desarrollo Humano) en las zonas de influencias es menor de lo que reflejan las estadísticas a nivel nacional.Además, la precariedad en las condiciones sociales ocurre en un entorno donde los mecanismos institucionales de resolución de conflictos se encuentran debilitados o son casi inexistentes. La combinación de ambos factores incrementa la posibilidad de que existan problemas sociales.En síntesis, vemos que, como país, tenemos muchos retos por delante, los cuales requieren de propuestas innovadoras y acuerdos entre el Estado, las empresas y la sociedad para poder resolverlos concertadamente.Siguiendo esa línea, el Instituto de Ingenieros de Minas ha decidido profundizar sobre esta problemática y aportar con soluciones reales a través de la realización del I Congreso de Competitividad Minera y Sostenibilidad Social, que se desarrollará del 6 al 8 de julio de 2020.Este evento será presidido por el Ing. Víctor Gobitz, actual gerente general & CEO en Compañía de Minas Buenaventura, y congregará a reconocidos especialistas nacionales e internacionales vinculados al sector para profundizar mucho más sobre los principales desafíos de nuestra minería.Consideramos que una minería más competitiva, pero a la vez sostenible, social y ambientalmente, no solo permitirá que la ciudadanía valore los múltiples beneficios de esta actividad económica, sino que además generará más confianza y ello sería beneficioso para darle viabilidad a más emprendimientos mineros en los próximos años.Fuente: Comex Perú
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