2022-05-23Conocer la valiosa experiencia de mujeres que lograron tener éxito en una de las industrias más competitivas en el mundo como la minería es uno de los grandes aportes que pretende dejar el libro “Mineras del Bicentenario. Ellas nos inspiran”, de Women in Mining Peru (WIM Perú), editado por el periodista Antonio Orjeda. Un ambicioso y noble proyecto que apunta ya a una segunda edición.En su primera presentación narra la historia de siete ejemplares mujeres que lograron sobreponerse a las adversidades y abrirse camino en una industria marcada mayormente por la presencia masculina. Y más aún en el Perú, donde solo seis de cada cien trabajadores que laboran en el sector minero son mujeres.Dos de estas siete ejemplares mujeres compartieron su historia recientemente en el Jueves Minero virtual, organizado por del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP). Ellas son Yenny Duarte y Patricia Cornelio, quienes nos contaron los avatares para alcanzar sus respectivas metas trazadas.Rompiendo mitosYenny Duarte es ingeniera geóloga con 15 años de experiencia en el sector minero, actualmente es coordinadora Corporativa de QAQC (siglas en inglés de Gestión y Control de Calidad) en el área de Exploraciones de Minsur.Ella compartió varios retos superados poco a poco desde que inició su vida profesional. Uno de ellos fue abrir el camino para que se acepte el ingreso de las mujeres a la mina, tradicionalmente negado durante muchos años.“Otro reto importante fue asumir la responsabilidad como geóloga de zona en la mina Quiruvilca de Panamerican Silver. Mi función involucraba ingresar a mina, (…) y algo importante que pasó en esa época fue romper el mito de que la mujer no puede entrar a la mina, de que si una mujer entra a la mina se pierde la veta, lidiar con el sindicato porque en ese entonces no entraba ninguna mujer a la mina”, dijo Yenny Duarte.Durante su desempeño y sobre todo cuando inició un nuevo cargo, los trabajadores de su entorno y los que estuvieron a su cargo dudaron de su capacidad profesional; sin embargo, ella demostró que era totalmente capaz de cumplir eficientemente con sus funciones.“Cuando empecé a trabajar, las personas que estaban a mi cargo no me miraban bien. Pero el día que me despedí, se les salieron algunas lágrimas. Y eso me hizo sentirme orgullosa porque hice algo bien, dejé algo bueno en esa empresa”, comentó Yenny.Además, no dejó de lado el desarrollo de su vida personal y familiar, sino que logró equilibrar lo personal y lo profesional con mucha responsabilidad.“Finalmente, el reto más importante fue el de ser madre. Yo aplacé ese tema por el trabajo y a los 35 años tuve mi primera hija, yo feliz. Resalto cómo Minsur se portó conmigo dándome las facilidades”, enfatizó Yenny.En ese entonces, ella había pensado mantener en discreción su embarazo en el trabajo por temor a un posible despido; sin embargo, los síntomas del primer mes de su estado no le permitieron hacerlo así. Fue ahí donde se comunicó con sus empleadores y ellos le brindaron todos los beneficios pertinentes. Incluso, al poco tiempo le ofrecieron la posibilidad de asumir una posición en Lima.“A las estudiantes que van a elegir su carrera les pediría que consideren la industria minera como una oportunidad de desarrollo. Actualmente, el sesgo por género se está eliminando, no se amilanen”, concluyó aconsejando Yenny a las jóvenes del país.Mujer de OroPor otro lado, Patricia Cornelio, ingeniera de Minas que se desempeña como asistente de Seguridad Industrial en Hochschild Mining, compartió cómo surgió su interés por la minería y las expectativas que tiene para su crecimiento profesional.“Es ahí donde realmente nace mi curiosidad y motivación, el hacer algo que no está dentro del prototipo de ser mujer, romper con lo cotidiano que había hecho hasta ese momento, salir de mi zona de confort para pertenecer a un rubro donde podría demostrar mis capacidades”, expresó.Patricia comenzó a ampliar su aprendizaje en campo al realizar sus prácticas profesionales en el programa “Mujer de Oro” de Hochschild. Ella fue una de las 15 seleccionadas de más de 2000 postulantes. Dicho programa de prácticas está enfocado en la inclusión de la mujer, donde ellas tienen que hacer un recorrido por todas las áreas de la mina sin distinción alguna.“Desde el día que decidí estudiar Ingeniería de Minas todo siempre ha sido un reto para mí, me ha gustado desde el día 1 y se viene dando poco a poco porque estoy recién iniciando y se vienen muchas metas por lograr”, comentó.Se mostró también motivada por seguir aprendiendo más de su profesión y que se impulse la integración de las mujeres, ya que tienen las habilidades suficientes para sumar con sus aportes al trabajo en mina.“Para mí todo es tan motivador para salir adelante, la minería se está modernizando con la minería 4.0 y me encanta entrar por ese rubro también. Eso me agrada y que las mujeres también estén colaborando y sean capaces de incluir a más mujeres en la industria”, señaló.Patricia se ha esforzado mucho desde que eligió su carrera y ha sido muy exigente consigo misma, ello la ha llevado por buen camino hacia sus metas. Además, con mucha alegría hoy puede ver que su esfuerzo deja huella para más mujeres que deseen seguir este rubro.“Cuando fui seleccionada para el libro Mineras del Bicentenario, reafirmé que cada logro que estaba teniendo en mi vida estaba haciéndolo bien. Me dio el espacio para saber que mi trabajo, mi tiempo, lo que hago puede servir de inspiración para otras mujeres”, dijo Patricia.Estas valiosas experiencias y consejos integran solo un segmento de las vivencias compartidas por Yenny Duarte y Patricia Cornelio, para conocer sus testimonios completos, así como el de más mujeres mineras, los invitamos a descargar el libro “Mineras del Bicentenario. Ellas nos inspiran” en www.wimperu.org
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