2018-08-31El balance. Valorar al minero es un plus para cualquier empresa. Empezó en el sector a los 23 años. Hoy reparte sus actividades entre Gold Fields y el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (llMP)Si es que tiene alguna certeza, ese es el valor que le da el trabajador minero a la empresa. Quizá sea esta la frase que lo acompañe siempre. Lo aprendió en la cancha, con las botas en el lodo, allá en 1988, antes de cumplir 23 años. Esta es la historia de Luis Rivera, gerente de Gold Fields y presidente del IIMP. Cusqueño de nacimiento y pasqueño de vocación.¿La razón? Fue en Cerro de Pasco donde conoció y fortaleció el vínculo con los minerales, de la mano de su padre, un ingeniero geólogo. Recuerda que vivía cerca a los rieles del tren, de donde caían algunas rocas. “No tenia idea de cómo se llamaban, pero me atraía los colores. Ya con el tiempo mi papá me enseño a distinguir entre el zinc, plata y plomo”.Ya en Lima, a sus 14 años tenía claro que quería recorrer el mismo camino que él. “A los 16 años ingresá a estudiar Ingeniería Geológica, en la Universidad Mayor de San Marcos. La facultad estaba al lado de la huaca y eran tiempos duros por el conflicto. Varios de mis compañeros tuvieron que dejar la carrera”. Su facultad hoy está al frente de la avenida Venezuela. Los tiempos cambian y él lo sabe.El contacto: su primer trabajo fue en la minera La Poderosa. Cuando llegó le dijeron que se encargaría de la geología de un yacimiento de una mina subterránea. A los minutos ya estaba ingresando. “Todo lleno de lodo, no podía distinguir el muestreo y un trabajador me enseñó. El secreto en la minería es aprender de tus trabajadores porque su experiencia en el terreno supera cualquier estudio que puedas tener”.A esta experiencia le siguió Southern, otro proyecto en Argentina y después Tintaya. En ese orden. Ya en el 2016, ingresó a Gold Fields. Sus dos hijos no quisieron optar por la Ingeniería Geológica. “Felizmente”, bromea.Rivera es de rasgos duros y una y voz grave. En algún momento de la entrevista, rompe el molde y habla en quechua como quien no cierra esa caja de recuerdos que viaja de manera constante, entre Cusco y Cerro de Pasco.“Gold Fields es una empresa delegada y los vicepresidentes ejecutivos de los continentes están a cargo . Estos a su vez tienen un equipo”, regresa en sí mismo.Define el rol delos CEO como el manejo de stakeholders internos y externos, lo que hace que el trabajo sea más fluido.En sus tiempo libres juega golf y comparte con mis hijos. No viaja a Cusco, pues no tiene familia allá. Su padre es de Lima y su mamá de Madre de Dios. “Así que nunca nos faltó un juane, como buen charapa”, señala mientras emboza la sonrisa final.FUENTE: Suplemento Minera - Gestión
No se pierda la última edición de Diálogos Mineros 2024 con Fernando Arrieta, CEO de AlpayanaSeguir leyendo