En una reciente columna de opinión publicada en el diario El Comercio, Diego Macera, director del Instituto Peruano de Economía (IPE), refirió que el avance de Apurímac en el último Índice de Competitividad Regional (Incore 2023), en gran parte es debido a la influencia económica de la mina Las Bambas.

“En indicadores como vacunación infantil, partos institucionales, brecha de género laboral o presupuesto público por habitante, Apurímac alcanza ya los primeros puestos a nivel nacional. La explicación más directa para esta mejora –mucho más rápida que la de sus pares– es el increíble avance de la minería en la región a partir de la operación de Las Bambas”, remarcó.

A corto plazo, mayor dinamismo económico (Las Bambas representa aproximadamente dos tercios del PBI de Apurímac) se traduce en más empleo directo e indirecto, proveedores locales, regalías, etc. A mediano plazo, diversos estudios encuentran que los niveles de pobreza disminuyen y los de servicios básicos mejoran en zonas mineras, agregó.

Macera resaltó que Apurímac, que –comparativamente hablando– recién empieza su ruta minera, tiene la oportunidad de acortar estos plazos de desarrollo, posiblemente a la mitad.

“Su geografía y ubicación sin duda son más retadoras que las de una región costera, pero la gigantesca palanca que puede usar con Las Bambas y sus proyectos en cartera incomparable, sobre todo en una región relativamente pequeña”, añadió.

Apurímac experimenta un proceso de transformación a raíz desde el inicio de proyecto minero de gran escala Las Bambas, en 2015, actualmente en operación, y otros emprendimientos mineros que delinean un nuevo rumbo y avizoran un mejor futuro para su población.

Esta región predominantemente rural concentra actualmente la segunda mayor cantidad de proyectos del portafolio minero (19%), con una inversión de $ 10.199 millones, donde figuran proyectos como Haquira, Trapiche Los Chancas, Hierro Apurímac, y por supuesto, Cotabambas.

Macera comentó que los recursos reales y potenciales de Apurímac son más que suficientes para diseñar bien y ejecutar grandes proyectos en caminos, energía, capital humano, salubridad y en todas las variables que generan un círculo virtuoso entre inversión privada, cierre de brechas y desarrollo. Pero, esta vez, la meta es lograrlo en mucho menos de medio siglo.

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