2021-02-22Desde fines de la década de los noventa, un grupo de experimentados profesionales ligados a la minería inició reuniones para analizar y debatir sobre temas de la agenda minera. Hoy más de 30 años después, consolidados en La Cofradía, han decidido unirse al Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) con el objetivo de garantizar su permanencia y establecer una alianza de mutuo beneficio.Antes de la pandemia estos encuentros se realizaban en algún restaurante de Lima el segundo martes de cada mes, bajo la convocatoria del Ing. Luis Morán, quien, a sus 96 años –70 de los cuales ha dedicado a la minería–, nos cuenta que el vínculo que los une es la amistad, haber trabajado en la industria minera y querer que la minería progrese.“Empezamos estas reuniones con motivo de la privatización de Centromin, porque este proceso dio la oportunidad que nos encontremos con varios colegas que no veíamos hace mucho tiempo y poco a poco llegamos a profundizar en los temas mineros, pero sin protocolos ni jerarquías, es trictamente en una reunión de amigos que se convirtió en La Cofradía”, destaca.Con el tiempo se unieron nuevas amistades y no necesariamente solo ingenieros de minas sino también de otras disciplinas, proveedores y consultores. Además, para conocer más de cerca algunos temas tuvieron como invitados a gerentes de compañías, técnicos de primera línea y algunos funcionarios públicos.Actualmente, también conforman La Cofradía: Fernando Arias, Augusto Baertl, Ysaac Cruz, Carlos Diez Canseco, Hans Flury, Carlos Gálvez, Víctor Gobitz, Eduardo Llosa, Henry Luna, Alberto Manrique, Pedro Miranda, Pelayo Miranda, Max Moya, Richard Petersen, Charles Preble, Antonio Samaniego y Manuel Villanueva.“Cuando se produce la cuarentena debido a la pandemia ya no podíamos hacer nuestras reuniones y algunos cófrades propusieron realizar videoconferencias, lo que se ha convertido en una ventana de comunicación y de ilustración que nos permite opinar y exponer nuestras experiencias, manteniendo el mismo grupo de amistad de nuestra vida minera”, comenta don Luis Morán.En tal sentido, mediante el vínculo con el IIMP, la institución se encargará de la convocatoria y poner a disposición la plataforma zoom, mientras que los cófrades brindarán su aporte y experiencia a favor del desarrollo de la minería.“Somos una manga de viejos mineros que nos resistimos a abandonar nuestro oficio. Probablemente cuando pase la pandemia y se consolide la relación con el Instituto, garantizando nuestra permanencia, volveremos a los almuerzos de antes, pero queremos seguir con las videoconferencias de ahora porque son una herramienta extraordinaria”, manifiesta con satisfacción.Fuente: Minería Online
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