2017-05-15Afirmó el director del IIMP y vicepresidente ejecutivo de Gold Fields, sobre el aniversario 466 de la Decana de América. En conmemoración del 466 aniversario de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) saluda a esta prestigiosa casa de estudios y reconoce su gran aporte al desarrollo científico, social, cultural y económico del Perú. Conversamos con uno de los profesionales sanmarquinos mejor calificados del sector minero, el Ing. Luis Rivera Ruiz, director del IIMP y vicepresidente ejecutivo de Gold Fields Américas, quien nos habla sobre la Decana de América, su alma máter. ¿Qué enseñanzas le dejó San Marcos? ¿Qué es lo que más recuerda? Ingresé a San Marcos en 1982 para estudiar Ingeniería Geológica y egresé finalmente en 1988, años muy difíciles por la crisis económica y el terrorismo que asolaba el país. En la Escuela de Geología lo más emocionante era salir a hacer trabajo de campo. Era la oportunidad perfecta para estar en contacto con la naturaleza, con el clima, con las rocas, y ver cómo lo teórico de las clases se reflejaba en el terreno real. En otras palabras, era hacer tangible una ciencia natural aprendida en clase. ¿Alguna anécdota en especial? Lo más anecdótico en estas salidas al campo, de varios días, era que debíamos cocinar para todos y lo hacíamos por turnos. Si bien es cierto, había muy buenos cocineros entre nuestros compañeros, también había otros, entre los que me incluyo, que no teníamos ningún talento culinario. Esos eran los días más difíciles para los demás, porque debíamos contentarnos comiendo fruta y atunes. Usted ha trabajado en importantes empresas mineras del país y del extranjero como Alumbrera en Argentina, Southern Peru, Antapaccay, Las Bambas y ahora en Gold Fields. ¿Cómo aportó San Marcos en su vida profesional? San Marcos nos transforma radicalmente, nos pone en contacto con el mundo natural, a la vez que nos enseña a entender su complejidad, a respetarlo y a ponerlo al servicio del ser humano. Al ser una universidad nacional, tuve la fortuna de tener compañeros provenientes de todo el Perú y de todos los estratos sociales. San Marcos nos dio y nos da esa oportunidad de aprender y entender nuestro país a partir de su gente. Nos prepara con ello para laborar en entornos complejos internacionales y a trabajar en equipos pluriculturales. Nos enseña también que nuestra riqueza geológica y desafiante geografía solo podrá ser conquistada entendiendo el entorno, proponiendo, planificando y desarrollando proyectos de infraestructura y sobre todo llevando la institucionalidad de país a esos sitios remotos, siempre en cooperación cercana con los pueblos que habitan dichas zonas. ¿Cuál es la importancia San Marcos para el país? No existe país en el mundo que haya logrado un mínimo estado de bienestar de su pueblo sin una universidad a su lado que haya acompañado ese desarrollo, por eso debemos entender que, durante estos 466 años, caminando incluso antes de nuestra formación como República, San Marcos juega un rol decisivo en nuestra formación como nación. Desde los precursores de la independencia como Hipólito Unanue, José Faustino Sánchez Carrión y los movimientos independentistas de la Sociedad Amantes del País, que aportaron a nuestra formación como República, hasta José María Arguedas, Blanca Varela, Mario Vargas Llosa y muchos otros personajes sanmarquinos notables que aportaron e hicieron del Perú un país más grande y próspero. ¿Cuál es el principal aporte de esta universidad al desarrollo del sector minero? San Marcos desde su creación contribuyó al conocimiento de la geología peruana, con sus cátedras de Ciencias Naturales. Ya en el siglo XIX y XX se forman las escuelas de Geología y de Minas, y durante la década de los ochenta se establece la Escuela de Metalurgia que aportó con innumerables y diversas tesis de investigación, reportes geológicos mineros, y ahora la investigación en laboratorios de petrografía, metalurgia, mecánica de rocas, etc. Ello, en coordinación con las empresas privadas y los institutos de investigación como Ingemmet y el IGP, permite aportar al desarrollo minero peruano. Aparte del Ing. Mario Samamé gran minero y maestro propulsor de la actividad científica. ¿Qué otros personajes vinculados con la minería estudiaron en esta casa de estudios? No alcanzarían las hojas de este reporte para enumerar los grandes profesionales que han salido de los claustros sanmarquinos, pero basta nombrar al Dr. Eleodoro Bellido, artífice la de los primeros cuadrángulos peruanos, al Ing. César Rangel y su innumerable aporte a la paleontología peruana, al Dr. Carlos Cenzano y sus estudios sobre la petrología, así como al Ing. Óscar Palacios y su aporte a la definición de las columnas estratigráficas en el Perú. Y sin ir muy lejos, el último ganador de la picota de plata del proEXPLO 2017, el Ing. Noel Díaz Bernal, es otro ilustre egresado de nuestra casa de estudios. ¿Cuál es el vínculo que une al IIMP y a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos? Para empezar dos ilustres sanmarquinos han sido presidentes del Instituto, como son los ingenieros Víctor Raúl Eyzaguirre y Miguel Ángel Carrizales, además de muchos directores de las distintas gestiones, quienes han contribuido enormemente con su desarrollo. Tenemos igualmente una relación muy fuerte con nuestro Congreso Internacional de Relaciones Comunitarias y con la organización del Congreso Internacional de Prospectores y Exploradores (proEXPLO). Las universidades han ido por un camino distinto al de las empresas en el desarrollo regional del país. ¿Qué hace falta para cambiar esta realidad? Considero que la crisis de los años ochenta distanció a las universidades de sus propias regiones, los exiguos presupuestos contribuyeron a un retroceso de los procesos de investigación, pero la crisis política fomentó aún más el distanciamiento entre la universidad nacional y las empresas. Estas últimas por su necesidad de crecimiento y gracias al privilegiado potencial geológico peruano continuaron su desarrollo, pero la mayoría de las veces sin la presencia de la Academia, sin embargo, veo que esto ha cambiado mucho. Hoy las empresas tienen programas de ingreso de practicantes y becarios acordados con sus universidades regionales, también cuentan con programas de entrenamiento, de investigación, de coaching, incluso de puestos laborales acordados con ellas, aunque aún que quedan muchos pendientes por hacer. Por ejemplo, en el tema de investigación ambiental, las líneas base y preestudios de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) deberían ser hechos por las universidades. La definición del impacto ambiental, el tema de certificación y otros temas más deberían ser dirigidos por las casas de estudios para que jueguen un rol protagónico como representantes de la sociedad. ¿Qué acciones viene realizando el IIMP para acercar a las universidades con las empresas? El mejor ejemplo del IIMP se da en la organización del megaevento PERUMIN, que se realizará por segunda vez en el campus de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, entre el 18 y 22 de setiembre de 2017, y donde parte de los ingresos de este encuentro de alto nivel se trasladan al mejoramiento de la infraestructura inmobiliaria de esta casa de estudios. Pero el mayor beneficio que reciben estudiantes y docentes, sin duda, es el intangible, el conocimiento y los aportes científicos que se dan durante esta semana. Modelos así deberían repetirse a lo largo y ancho del país, y seguro que el concepto de ganar-ganar no podría ser mejor reflejado. Asimismo, en 2016 se realizaron primero el III Congreso Internacional de Relaciones Comunitarias y el III Congreso Internacional de Gestión Minera, en las Universidad Nacional Agraria La Molina y la Universidad de Lima, respectivamente, en una coordinación intensa. Ahora mismo estamos trabajando, junto con nuestro presidente, el Ing. Víctor Gobitz, para otorgar becas de estudios de posgrado en el extranjero, de preferencia en países desarrollados con fuerte actividad y academia minera, como Canadá o Estados Unidos. ¿Qué mensaje le dejaría a la comunidad universitaria sanmarquina? Primero, saludar a su actual rector, el Dr. Orestes Cachay Boza, a sus ilustres profesores, estudiantes y egresados por estos 466 años de creación. Sin ninguna duda, San Marcos es una universidad que, desde la época de su primer rector en el siglo XVI, Fray Juan Bautista de la Roca, hasta nuestros días acompañó a nuestro país y ha sido el faro que nos llevó a nuestra formación como República. En esa línea deberá ser también la luz que nos acompañe en el desarrollo de ese Perú que todos anhelamos: con libertad, justicia y bienestar.
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