Como todo joven, Luz Aranya López se llenó de inseguridades cuando tuvo que elegir la profesión que determinaría su futuro. Inclinarse por la Ingeniería de Minas no fue del agrado de su círculo cercano, así que decidió optar por otra similar. Con esa experiencia a cuestas, exhorta a seguir trabajando por la igualdad de oportunidades sin importar el género, pues mientras más diverso es el grupo de colaboradores, más rentable, segura y transparente es la empresa minera. Las dudas del pasado son una anécdota y hoy se siente más confiada de su elección: la Ingeniería Industrial, con la cual apunta al objetivo inicial de poner en práctica sus conocimientos en la minería. Repasa con nosotros la historia, anhelos y reflexiones de la ganadora del concurso Protagonistas de la Minería del Bicentenario, edición de septiembre.

En 10 años, la incorporación de mujeres en la minería se elevó a más del doble, ¿cuáles crees que son las razones de este comportamiento?

Considero que fue posible gracias al reconocimiento de la importancia de las mujeres en el sector minero por parte del Ministerio de Energía y Minas y también a la inclusión que vienen impulsando las empresas mineras a lo largo de estos años, tal como el programa de “Mujeres de Oro”, programa que desarrolló la empresa Hochschild como parte de sus proyectos de diversidad que busca romper estereotipos y demostrar que la minería es para todas y todos; asimismo, el programa “Protagonistas Mineras” que lanzó la empresa Gold Fields este año para reducir las brechas de género en la industria minera. Es así como existen más empresas mineras que apuestan por el talento y no por el género.

Hay mayor presencia femenina en puesto de oficina que en mina o planta, ¿el talento no tiene género, pero sí límites?

Exactamente es uno de los retos que afrontamos en la actualidad, debido a que aún permanecen estereotipos y sesgos inconscientes en la sociedad que no se han podido erradicar. Después de todo no es un camino fácil, ya que requiere esfuerzo, sacrificio, compromiso y constancia para que podamos romper con estos límites que son generados por prejuicios sociales.

Afirmaste la existencia de mitos que retrasan la participación de mujeres en el sector, ¿cuáles son y cómo acabar con ellos?

• Las mujeres no puede trabajar en la mina sino la mina se pone celosa y no produce.
• Las mujeres deberían quedarse en casa y cuidar a la familia.
• Las mujeres no tienen fuerza suficiente para trabajar en mina.
• Las mujeres no son tan buenas en matemáticas y ciencias como los hombres.

Considero que acabar con ellos es difícil, ya que aún existen prejuicios en la sociedad y también porque es difícil cambiar el pensamiento de una persona mayor que ya tiene un carácter formado. Sin embargo, no es imposible, por eso es que debemos fomentar la integración de mujeres en el sector minero brindando herramientas a las compañías para poder integrar fácilmente los temas de género en sus operaciones, en sus procesos de abastecimiento/ adquisiciones y en el desarrollo de relaciones con las comunidades.

Para concluir, considero que la principal barrera son los sesgos inconscientes de las personas, por eso, considero que talleres sobre sesgos y sobre la diversidad son un buen canal de comunicación para lograr la compresión de las personas. También un cambio en las políticas de RRHH como CVs ciegos y procesos estandarizados de evaluación, etc., fomentar programas de mujeres líderes, capacitaciones y también un control sobre las brechas en el mundo laboral.

¿De qué manera la diversidad del grupo humano puede contribuir al éxito de la organización minera? 

Estudios demuestran que la diversidad influye en los resultados de las empresas del sector minero, ya sea en la rentabilidad, pues existe una mejor correlación positiva entre el número de mujeres en el directorio y rentabilidad; en la seguridad, donde el manejo de maquinaria se torna más seguro; en la sensibilidad, que es un efecto de la incorporación; en la creatividad, pues en los equipos con igualdad de género se incrementa la innovación; en la lucha contra la corrupción; ya que existen menores tasas de corrupción y fraude en empresas con mayor presencia femenina; y en el compromiso, pues una empresa inclusiva compromete más a las personas que trabajan en ella y disminuye índices de rotación. Porque más allá de la equidad de género, es el poder contar con un grupo de talentos diferentes que van aportan valor a la empresa generando la diversidad que provee la inclusión. 

¿Qué carrera y dónde estudias?, ¿cómo descubriste tu vocación? 

Yo estoy estudiando la carrera de Ingeniería Industrial en la Universidad Tecnología del Perú. Descubrí mi vocación gracias a la experiencia que me brindo Tecsup cuando trabajaba en esta institución. Tuve la oportunidad de relacionarme con varias personas del sector minero, las cuales compartieron conmigo sus conocimientos y también porque pude ver a pequeña escala su planta de procesamiento de minerales en la cual me enseñaron a los procesos de una empresa minera. Ahí me enamoré de los procesos y de las operaciones mineras.

¿Cuántas compañeras estudian contigo?, ¿cuán comprometidas se sienten ellas con su desarrollo profesional?

En la actualidad tengo 10 compañeras que estudian conmigo. Considero que las diez se encuentran comprometidas, ya que hemos podido compartir experiencias similares a lo largo de estos años estudiando juntas que marcaron nuestra vida.

¿Qué especialidad pretendes estudiar después de tu egreso?

Gestión de Competitividad. Deseo poder desarrollar y crear estrategias para que la empresa tenga la mayor ventaja competitiva y poder mejorar los procesos de las empresas mineras con un diseño de procesos que me permita obtener la mayor productividad.

¿Sientes admiración por algún personaje icónico de la ingeniería?, ¿quién y por qué?

Sí, por Luis Hochschild, conocido como el inmigrante, ya que nació en Alemania y vino hacer empresa en el Perú. Una de sus iniciativas sociales fue la creación de Tecsup, centro de formación técnica y profesional para jóvenes con pocas oportunidades. Esta faceta figura en el rubro minero de manera notable y para mí de manera muy especial debido a que tuve la oportunidad de trabajar en esta institución durante más de dos años, donde fui capaz de aprender y ver en primera fila la formación de estudiantes con un amor por la minería, ya sean mujeres o hombres. También porque dejó un legado que aún se mantiene vivo debido a que una de sus iniciativas sociales me brindó todas las herramientas para hablar sobre este tema, que es el “Programa Siembra”, que impulsa la inserción de la mujer en el sector minero.

¿Cómo te enteraste de Protagonistas de la Minería del Bicentenario y por qué decidiste participar? 

Me enteré en la página de Facebook del IIMP. Decidí participar porque me interesa mucho los aportes que brindan los Jueves Minero. Decidí participar porque la inclusión con la que aporta el sector minero es muy importante y era necesario reflexionar e informar que uno de los sectores duros como la minería viene generando cambios en el Perú, al reconocer la inclusión de las mujeres en la minería en los últimos diez años. Porque aún existe el miedo por muchas señoritas de diferentes regiones, ya que sienten la desaprobación por estudiar una carrera relacionada a la minería generada por estos sesgos inconscientes que se encuentran en los miembros de su familia, el cual yo también sentí cuando primero escogí la carrera de Ingeniería de Minas y la influencia de familiares en contra me llevaron a escoger otra carrera similar con la cual sabía también que podría desarrollarme en el sector minero.