2020-11-04Por: Ing. Roberto Maldonado, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú Ad portas de iniciar la celebración del bicentenario de nuestra república, y también de un nuevo año electoral, es importante hacer una verdadera reflexión sobre cómo enfrentará nuestro país los próximos años. Sobre todo, en un contexto complejo como el actual, marcado por la pandemia del Covid-19.Una de las interrogantes es, cómo vamos a aprovechar mejor el aporte de nuestra minería que será uno de los pilares para sostener nuestro crecimiento económico, así como también para la generación de ingresos fiscales con los que se financiarán las principales políticas públicas.Creemos que existe la necesidad de mejorar cuanto antes el tema de la permisología para poder sacar adelante más proyectos mineros, especialmente los cupríferos, ya que existen interesantes proyecciones que anuncian una brecha en la oferta mundial del metal rojo a partir del 2026 y una demanda creciente del cobre hacia el 2035.Ello es una extraordinaria oportunidad para nuestro país, pues estos emprendimientos mineros impulsarían el despegue de otros sectores económicos como la construcción, y de sectores no primarios como el comercio o el transporte, que generarían miles de puestos de trabajos en distintas regiones.Recordemos que al terminar la construcción de Quellaveco, no tenemos más proyectos de envergadura que nos brinden cierta tranquilidad económica. Existe incertidumbre en la proyección de inversiones mineras hacia el 2023-2024 y debemos prepararnos desde hoy y corregir urgentemente los cuellos de botellas que desaceleran las inversiones.Si bien es cierto, recientemente hemos tenido avances como la aprobación del nuevo reglamento de procedimientos mineros, cuyo principal objetivo es uniformizar la maraña de trámites que abundan en el Estado Peruano, consideramos que todavía hace falta trabajar en otros temas vinculados a la exploración o la consulta previa para afianzar nuestra minería.Debemos llevar esta simplificación a la realidad para lograr la reactivación que queremos, y que necesita el país, en medio de esta crisis. Creemos que el silencio administrativo positivo debería ser la regla y no la excepción, para generar sentido de urgencia para el impulso de las inversiones.Dicho ello, quisiera cerrar este comentario resaltando que el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) como institución, tiene el firme compromiso de seguir apoyando la labor del gobierno en temas vinculados no solo al desarrollo de nuestra minería, sino sobre todo en el cierre de brechas.Hoy más que nunca es importante enfocarnos en mejorar responsablemente los indicadores como salud y educación, para garantizar un mejor futuro para los miles de peruanos, que han sido los más golpeados por esta pandemia.
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