2019-10-14Por Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP)En la coyuntura política y social que atraviesa actualmente el país, es destacable fomentar espacios de diálogo que involucren a actores de diversos ámbitos, a fin de compartir puntos de vista en torno a diversas problemáticas y alcanzar soluciones en consenso que permitan seguir construyendo el desarrollo y bienestar del país en beneficio de todos los peruanos. Ejemplo de ello fue PERUMIN 34 Convención Minera que se desarrolló del 16 al 20 de septiembre último en la ciudad de Arequipa.La participación de autoridades de Estado como el presidente de la República, el premier, y distintos ministros de Estado, sumó notablemente al encuentro entre empresarios, profesionales, inversionistas, miembros de la academia, etc., y fue una señal de respaldo y reconocimiento a la industria, por su aporte para el desarrollo del país.El gobierno se comprometió a trabajar en el desarrollo de una normativa que contribuya a fortalecer la minería peruana y potenciar su competitividad para atraer mayores inversiones. Y es que, como coincidimos todos los presentes en PERUMIN, el país goza de importantes recursos geológicos y necesita hacer un uso responsable y sostenido de los mismos para mantenerse en la senda del crecimiento.Trabajar por nuestra competitividad es un imperativo si consideramos que actualmente el Perú es el país donde más demoran en aprobar los trámites legales para una concesión o un permiso de exploración. Así lo señala el Índice de Competitividad Minera elaborado conjuntamente por Macroconsult y el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) y que fue presentado, precisamente, en el marco de PERUMIN.Dicho estudio es una valiosa herramienta que analiza y mide los factores que definen la competitividad del sector a nivel internacional y compara al Perú con Australia, Canadá, Colombia, Chile, México y Sudáfrica (países con tradición minera), de acuerdo con cinco indicadores: potencial geológico, política tributaria, infraestructura, regulación y entorno social. Mientras que en potencial geológico salimos en tercer lugar, quedamos penúltimos en política tributaria y últimos en los otros tres indicadores. Ello responde a la carga tributaria que tiene la industria, una sobrerregulación para las actividades de exploración y explotación de minerales, la permisología, así como, los conflictos sociales. Es en estos aspectos que debemos introducir importantes mejoras para elevar nuestra competitividad.Desde luego, la Convención Minera ha servido para afianzar la relación con las autoridades y para ratificar que existe el interés común de crear mecanismos que fomenten el desarrollo de nuestra industria. No obstante, es necesario acompañar estas buenas señales con decisiones trascendentales en torno a los grandes proyectos de inversión; entre ellos, Tía María, que pese a haber cumplido con todas las normas y requisitos legales, se encuentra con la autorización de construcción suspendida.Hagamos esfuerzos para que el diálogo entre los actores vinculados a la minería sea próspero y constructivo, pero que además, sea sostenible en el tiempo. Tenemos la visión en común de ver prosperar a nuestro país y podemos trabajar en conjunto para ello.En un contexto político inestable en el que se avizoran dos procesos electorales casi consecutivos para renovar en dos oportunidades al Congreso y luego también al Ejecutivo, sin duda es de esperar que esto repercuta en las decisiones de inversión de las empresas, que se mantendrán cautelosas hasta el segundo trimestre de 2021, cuando se contará con un panorama más claro.En tal sentido, es necesario que el Gobierno más allá de la turbulencia de las últimas semanas, ofrezca señales inequívocas de respeto e incentivo a la inversión, en especial a la minera, que como todos sabemos, es fundamental para dinamizar la economía y permitir que más peruanos mejoren sus condiciones de vida.Créditos: Gestión
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