Por: Ing. Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).

Con gran optimismo recibimos la noticia del incremento de la cartera de proyectos mineros anunciada en el último informe del Ministerio de Energía y Minas del Perú (MEM), correspondiente a marzo de 2018, donde se señala que el monto global de inversiones ascendió a USD 58,507 millones, representando un incremento de 14% con respecto a la cartera del 2017. La actual cartera contempla 49 proyectos a desarrollarse en 17 regiones del país, que incluyen la incorporación de San Luis y Quecher Main. 

Es importante resaltar, que para este 2018, se espera que 3 proyectos de expansión inicien sus operaciones, como son: Toquepala, Shahuindo y Marcona, y además se espera que otros 7 proyectos que se encuentran en fase de ingeniería de detalle, puedan empezar su construcción, estos son: Ariana, Corani, Mina Justa, Pampa de Pongo, Quecher Main, Quellaveco y Relaves B2 San Rafael.

Sin duda, este aumento de inversiones nos motiva como industria y gremio profesional debido a que estos proyectos mineros impulsarán el crecimiento económico del país, y por ende contribuirían a sacar de la línea de pobreza a muchos peruanos, especialmente de las áreas rurales.

Consideramos que es urgente desarrollar el valor de dichos proyectos, sobre todo en regiones como Apurímac y Cajamarca, que se encuentran entre las más pobres del país, para así generar riqueza y mejorar la calidad de vida de su población. Irónicamente, ambas regiones concentran el mayor monto de inversión de la cartera actual con USD 16 mil millones y USD 11 mil millones, respectivamente. 

De otro lado, la agencia calificadora Fitch Ratings proyectó un crecimiento del PBI de Latinoamérica de 2.6% para este año, por encima del 1.7% del 2017, exceptuando Venezuela. Ello impulsado principalmente por la recuperación de los commodities y el mejoramiento de la demanda interna y externa.

Analizando el corto plazo, algunos especialistas plantean que la guerra comercial suscitada recientemente entre los Estados Unidos y China podría ser una buena oportunidad para la economía latinoamericana, ya que abriría las puertas del gigante asiático e incrementaría nuestras exportaciones.

Finalmente, preocupa el hecho que nuestro país no estaría cumpliendo con los compromisos de la Agenda 2030, aprobada en el 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y cuyo objetivo es alcanzar una nueva visión de desarrollo sostenible. 

Según cifras oficiales, Perú tiene una brecha de inversión de cerca de USD 90 mil millones en infraestructura vial, energética y de comunicaciones. En este punto sería importante anotar que somos el único país de la Alianza del Pacífico sin un Plan Nacional de Infraestructura. Ante este panorama, confiamos que este nuevo gobierno pueda plantear una propuesta concreta para alcanzar los objetivos trazados.

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