Por: Darío Zegarra, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú

Lima, 22 de agosto de 2023. Nuestra minería ha demostrado una vez más ser un sector clave para sostener la economía del país y evitar que la desaceleración que se viene registrando a nivel nacional, por la caída de otros sectores económicos, sea mucho más pronunciada de lo esperado.

Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la producción minera nacional tuvo un incremento del 19.03% en junio y acumuló un crecimiento de 11.90% en el primer semestre, que le permitió ser el sector que más aportó al Producto Bruto Interno (PBI) nacional a la fecha.

Cabe mencionar que gran parte del avance de la minería metálica se explica por la mayor producción nacional de cobre que se incrementó en 20.3%, entre enero y junio, muy por encima de otros metales, principalmente por el aporte de mina Quellaveco, en Moquegua, que viene operando desde setiembre del 2022.

Este crecimiento continuo, a pesar de la baja en otros sectores, nos recuerda que somos un país que puede confiar en su minería y que esta actividad es sumamente importante, pues genera toda una cadena de valor a su alrededor que impacta positivamente en las distintas regiones, especialmente en las zonas más alejadas.

Consideramos que podría aprovecharse mucho más el potencial minero del país, dado el favorable contexto de demanda de metales, como el cobre, claves para la transición energética. En esa línea, debemos seguir sumando esfuerzos para concretar las condiciones idóneas para impulsar nuestra cartera de proyectos (US$ 53 mil millones) y no desaprovechemos la magnífica oportunidad que tenemos.

Asimismo, la industria minera, a través de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), ha propuesto la creación de un centro integrado de coordinación público-privado para afrontar la crisis climática, especialmente el Fenómeno El Niño y su posible impacto en el país.

Una interesante iniciativa que busca no solo compartir la experiencia ganada a lo largo de los años de esta potente industria en las regiones altoandinas, sino también valiosa información sobre el estado de las cuencas hidrográficas de la vertiente del Pacífico para poder desarrollar estrategias en conjunto con el Estado peruano para la prevención y la respuesta de Emergencia.

Cabe resaltar que nuestra minería cuenta con una importante logística, profesionales especializados en geología, y maquinaria pesada que serían de gran utilidad para ejecutar acciones de mitigación ante los efectos del cambio climático. Más detalles de esta gran iniciativa se conocerán en PERUMIN 36 Convención Minera, en setiembre próximo en Arequipa.

Finalmente, es preciso mencionar que todo esto acontece mientras que las proyecciones de los analistas sobre el crecimiento de nuestra economía para este 2023 fluctúan entre el 0.8% y 1.5%, en el escenario más optimista. Lo que nos dice a todas luces que para acelerar la reactivación económica del país urge prender todos los motores de crecimiento, especialmente la minería. Es propicio desde el gobierno impulsar y acelerar los proyectos brownfields, como Reposición Antamina (US$ 1604 millones), Reposición Inmaculada (US$ 1319), Ampliación Toromocho (US$1355 millones), Integración Coroccohuayco (US$ 590 millones) o el mismo Chalcobamba (US$ 130 ), que sumados sería casi equivalente a poner en marcha otro Quellaveco (US$ 5500).