Por: Ing. Roberto Maldonado, primer vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú

Al cierre de este 2020, un año desafiante tanto para el país como para nuestra industria minera, el Minem presentó la actualización de la cartera de proyectos mineros en el Perú que comprende unos 46 emprendimientos, con una inversión global que asciende a los USD 56,158 millones.  

Si bien es cierto, dicha actualización significa una reducción de USD 1,614 millones -con relación a los USD 57,772 millones de la cartera anterior- debido a la salida de 6 proyectos de la lista: dos que iniciaron producción (Relaves B2 y Quecher Main) y cuatro que no fueron considerados, también es importante señalar que se incorporaron cuatro nuevos proyectos.

Estas nuevas incorporaciones son Ampliación Shouxin, Chalcobamba Fase I (Las Bambas), Pampacancha (Constancia) y la planta de cobre Río Seco, que ratifican la confianza de las empresas mineras instaladas en nuestro país, más allá de la compleja coyuntura que se viene atravesando.

Los tres primeros emprendimientos iniciarían su construcción este 2021, junto a Corani, San Gabriel y Yanacocha Sulfuros, el más destacado pues contempla una inversión de USD 2,100 millones. Todos estos proyectos serán vitales para la reactivación de la economía peruana, en el marco de esta crisis social, económica y sanitaria. 

Una etapa donde la industria minera ha demostrado estar a la altura de la circunstancia pues respondió no solo como operador minero, sino como un actor social apoyando a las comunidades de su entorno. Poco a poco ha ido recuperando su nivel previo a la pandemia, prueba de ello son las exportaciones que mostraron un crecimiento del 13% en octubre.

Se podría decir que el Perú posee muchos atributos y fortalezas en torno a su minería, aquí se encuentran 13 de las 27 empresas que conforman el ICMM, sin embargo, no debemos dormirnos en nuestros laureles, como recomienda la agencia especializada GBR. Es clave mantener estas inversiones en nuestro país y evitar que se vayan a otros lugares.

Debemos tener en cuenta que las inversiones en cualquier parte del mundo requieren de entornos de estabilidad, más aún en esta delicada coyuntura, donde la competencia por atraer nuevos capitales se ha intensificado. Por ello es fundamental generar las condiciones para lograrlo.

Necesitamos el trabajo unido de los peruanos en general: de la sociedad civil, de la academia, de las instituciones y de todas nuestras industrias, alineados en una sola visión. Aprovechemos esta oportunidad que nos brinda nuestra minería, a través de sus proyectos y operaciones, y comencemos a construir el país que queremos. El futuro del Perú depende de todos.