Por: ing. Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.

El presidente de la República, Martín Vizcarra, en días recientes raticó su visión con relación a la importancia que tiene la minería para el desarrollo económico del Perú, cimentada en su experiencia como presidente regional de Moquegua, donde fue pieza clave para apalancar el aporte minero a favor del crecimiento de ese departamento, que registra uno de los ingresos per cápita más altos del país, así como los mejores índices en educación.

Planteó que su gestión tiene como meta al 2021 lograr inversiones mineras por más de US$ 21,000 millones, lo que sin duda tendrá un gran impacto en la economía y ayudará al Estado a nanciar programas conducentes a disminuir la pobreza a nivel nacional.

Sin embargo, esperamos que esa meta no solo sea producto del crecimiento orgánico de la inversión minera, sino consecuencia de mejoras en cuanto a los trámites sin relajar las exigencias ambientales y de una avanzada social del sector público que viabilice los nuevos proyectos, así como destrabe los que están lamentablemente paralizados por temas alejados de los fundamentos técnicos y la debida protección medioambiental.

La calidad y lo vasto de nuestros recursos geológicos nos permiten contar con depósitos minerales que cobran relevancia en el tiempo para la industria. Es el caso del litio, que en la actualidad tiene gran trascendencia para la producción de baterías destinadas a los autos eléctricos.

Al respecto el propio ministro de Minería de Chile, Baldo Prokurica, ha expresado su disposición de estrechar lazos para trabajar juntos para dotar de valor agregado a estos recursos, con los que ellos también cuentan, y constituirnos en un polo de desarrollo regional.

Sin duda una noticia positiva, pues junto con el vecino del sur también compartimos la producción y reservas de cobre más importantes del mundo, que igualmente son un componente primordial de esos novedosos vehículos. Debemos analizar esta oportunidad que nos ofrece la historia para hacer sinergias a futuro en benecio de los pueblos de ambas naciones, teniendo como eje central a la minería.

Finalmente, raticamos nuestro rotundo rechazo a los actos de corrupción que lamentablemente se registran en la sociedad y que afectan el desarrollo del país y hasta contribuyen a la depredación del medio natural, como el hallazgo de maquinaria del gobierno regional de Puno en actividades de minería ilegal. Algo absolutamente inaceptable que debemos combatir.