2019-04-22Ing. Guillermo Shinno, gerente general del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú. Esta semana se dio a conocer que nuestra producción de cobre experimentó un crecimiento de 2.65% en el primer bimestre del 2019, debido principalmente a una mayor producción de operaciones mineras como Cerro Verde y Las Bambas, que nos permitieron alcanzar las 377.286 TMF. Estas son cifras alentadoras que esperamos se mantengan a lo largo del año para el beneficio de los peruanos.Como se sabe es sumamente importante para nuestro país contar con este tipo de yacimientos de clase mundial que fortalecen nuestra economía, pero sobre todo es vital para nuestro futuro darle viabilidad a los proyectos cupríferos, los cuales representan más del 70% de nuestra cartera de inversiones (USD 42,196 millones).La principal ventaja de cristalizar estos emprendimientos de larga vida es que le garantizan a nuestro sistema fiscal una proyección de largo plazo en términos de ingresos (generan estabilidad y predictibilidad). Un claro ejemplo de ellos, son Cuajone y Toquepala, con varias décadas de producción.Existe una diferencia notoria con los proyectos de oro que, si bien tienen un periodo de maduración más rápido, también tienen una vida útil más corta. Cabe anotar que en nuestro país no existen suficientes proyectos para revertir la caída sostenida de nuestra producción aurífera.Según el MEM, solo contamos con siete proyectos de oro en cartera, de los cuales dos debían construirse este 2019. Entre estos, la optimización de Lagunas Norte de minera Barrick, que no llegó a concretarse por decisiones de su casa matriz.A pesar de que Perú es considerado el primer productor de oro en Latinoamérica y el sexto a nivel mundial, no contamos con las reservas suficientes para los próximos años. De los 24 millones de onzas de oro en proyectos netamente auríferos, 16 millones se encuentran en Conga, un proyecto paralizado, el cual esperamos salga adelante.El resto se encuentra distribuido en yacimientos de cobre ubicados en distintas regiones de nuestro país, entre estos Antapaccay, Las Bambas o Constancia, lo cual demuestra que en los últimos años no se aumentaron las reservas auríferas de manera apropiada. Un tema para reflexionar.Finalmente, sobre el planteamiento del gobernador regional de Moquegua de crear un nuevo impuesto para las empresas mineras, creemos que este no se basa en la formulación de un verdadero plan de desarrollo para dicha región, que impacte en el mejoramiento de la calidad de vida de los moqueguanos, sino más bien en medidas sin un sustento convincente que podrían de alguna forma desalentar las inversiones en la zona.
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