EBOOK PERUMIN 36

Inversión que genera bienestar y desarrollo sostenible 217 En el proceso de construir una apuesta de desarrollo territorial, el camino es la gobernanza. En ese marco, tipificamos cuatro grandes grupos de actores: entidades gubernamentales, sector privado, sociedad territorial y el sector del conocimiento. El rol del gobierno nacional no es liderar procesos de desarrollo territorial, sino ofrecer un ambiente positivo para que eso suceda, vale decir, fomentar que los recursos de los territorios se destinen a objetivos y prioridades nacionales, colocar incentivos orientados a resultados, y ofrecer un marco normativo facilitador. Esto no lo tenemos hoy. Por su parte, los gobiernos subnacionales tienen que recuperar el liderazgo en sus respectivas zonas; en tanto que la empresa minera debe actuar como catalizadora y usar capacidades diferenciadas para impulsar, articular y, en algunos casos, liderar temporalmente los procesos. Los privados locales serán los que formen el tejido para diversificar, más allá de la minería. La sociedad territorial es el otro actor que debe comprometerse. Si hay resistencia, deben buscarse actores que sean semilla. También cabe considerar a los medios de comunicación local, para construir una narrativa distinta y, finalmente, a las universidades, que tienen que enlazarse con las demandas de desarrollo económico y social de los territorios. El énfasis debe ponerse en los actores de territorio. Ese es el gran cambio. Las empresas pueden jugar un partido enorme como catalizadoras, pues mientras estén en el territorio, tienen que reconocerse como parte de él.

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