Inversión que genera bienestar y desarrollo sostenible 451 No se puede impulsar el desarrollo de minerales críticos, si no existe una política orientadora de base. Es importante considerar que, si hoy hay un proyecto en busca de desarrollo, tomará de cinco a siete años obtener la primera producción; por ello, no es posible garantizar que se podrá atender la demanda de ciertos minerales críticos en el 2030. Actualmente hay escasez de potenciales proyectos de minerales críticos, debido a que la industria minera está invirtiendo en descarbonización en vez de crecer. Chile y Perú tienen enormes dotaciones de cobre. Un riesgo en el caso de minerales críticos, como el cobre, es la posibilidad de que sean reemplazados. Para el cobre existe un reemplazo, que es el aluminio. Aunque no es tan eficiente y su producción deja una mayor huella ambiental, el aluminio podría ser más competitivo en términos de precios y de oferta en el mediano o largo plazo, si la situación actual del cobre no cambia. Hay que tomar esto en cuenta. La transición energética se tiene que sustentar en cinco pilares: una política alineada y operativa, economía circular, tecnología, suministro primario y aprobación social. Todos estos factores deben estar alineados y jugar un papel, si queremos acelerar la transición hacia emisiones cero. Es necesario e importante enfrentar el desafío que plantea una sociedad que no quiere a la minería pero que usa y gusta de los celulares, sin tener conciencia de que estos se fabrican gracias a la actividad minera. Todo depende de los metales. La transición energética empieza y termina con los metales. Si no hay metales, entonces no habrá transición. Países mineros críticos de la transición energética: Perú y Chile
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