Libro La Tierra y sus minerales

Título: La Tierra y sus minerales. Autor: Varios. Editado por: G7 Consultores SAC. Calle 28 de Julio 217, Interior 801 Magdalena del Mar – Lima. Diseño: Ronald Cossío Quiroz. 1a. edición – mayo 2023. Depósito Legal N° 2023-04171

Índice 5 ÍNDICE La liga de los Superminerales - Ian Thiago Huanca Pacheco Institución Educativa 40091 Alma Mater de Congata - Arequipa El conflicto de los minerales - Leslie Mía Delgado Moscoso Institucion Educativa Policía Nacional del Perú “7 de agosto” - Arequipa El sueño de Sunqu - Romina Fernanda Huamá n Munoz I.E. Emblem tica "Santa Teresita" - Cajamarca Minerales, luces y colores de las montañas - Víctor Abraham Lucero Calero Institucion Educativa Policía Nacional del Perú Félix Tello Rojas - Lambayeque Túpac, corazón de oro - Sergio Josué Ramírez Durá n Institucion Educativa 70718 Villa del Lago - Puno Qurisach’a y una nueva oportunidad - José Santiago Zaga Mendoza Institucion Educativa Particular Claret - Arequipa Enrique el topo: en busca del oro perdido - Á ngel Adriel Conde Concha Institucion Educativa Particular Jacobo Dickson Hunter - Arequipa 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 18 22 28 32 38 44 50

Tres h roes de un pueblo - Piero Daniel Victorio Munoz Institucion Educativa 34233 Nuestra Senora del Rosario - Pasco F lix y la Quchamama - Mauricio Jeanpool García Mamani Institucion Educativa 43157 Salinas Chiviria - Moquegua El deseo de Camilito - Fernanda Andrea Neira Chávez Institucion Educativa Nuestra Senora de Lourdes - Arequipa La curiosidad de Pepito - Yair Adriano Ocsa C ceres Institucion Educativa Particular Solaris - Arequipa Las aventuras de Leonardito - Adri Jonah Esteba Rodríguez Institucion Educativa Particular Leonardo Da Vinci - Arequipa Una oportunidad - Luana Yasmín Á lvaro Chua Institucion Educativa Virgen de Chapi 40512 - Ayahuasi, Arequipa Sechura, tierra rica de fosfatos - Jasmyn Estefany More Nunura Institucion Educativa Libertadores de América - La Union, Piura El pequeño chiguanco y los Quispe Flores - Valeria Milet Apaza Llutahue Institucion Educativa Particular Howard Gardner - Caravelí, Arequipa El viaje de una aventurera a San Luis de Alba - Luana Gisel Cayo Gómez Institución Educativa Particular Nuestra Señora de la Merced - Puno 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 54 58 66 70 74 78 82 86 92 LA TIERRA Y SUS MINERALES 6

Popito y sus exploraciones - G a Tayra Apaza Huaman Institución Educativa 40671 Villa San Juan - Arequipa Los tres huerfanitos y el poder de la Pachamama - Dileidy Gianely Calapuja Chambi Institución Educativa 73001 Manhattan School - Az ngaro, Puno Carlitos y su primer encuentro con la miner a - Luciana Gabriela Cuentas Miranda Institución Educativa Nuestra Señora de la Merced - Yanahuara, Arequipa Los hermanos Jos y Juan de la Torre - Jhamile Ariadna Yañac Ilizarbe Institución Educativa 31028 - Colcabamba - Huancavelica El coche de beb - Antuanett Alexa Tupayachi Terrazas Institución Educativa Andenes De Chilina - Arequipa El Villa Sol de Bony - Danna Valeska Hospinal Mendoza Institución Educativa Particular Pamer - Huancayo, Jun n El duende y el oro - Ariana Ch vez Rubina Institución Educativa Particular Mar a Lanua Coeli - Arequipa Chekito, el guardi n del tesoro - F tima Korayma Acuña Valles Institución Educativa de Acción Conjunta “Virgen del Carmen” - La Libertad La miner a cambia vidas - Rodrigo Andr Huayta Condori Institución Educativa Niño Magistral - Cayma, Arequipa 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 7 ÍNDICE 96 100 104 108 116 124 130 134 138

La miner a... un nuevo comienzo - Ariana Zuley López Senmache Institución Educativa Experimental de la Universidad Nacional del Santa, ncash Juana y los mineros - Analy Rafaela Ccorpuna Triveño Institución Educativa San Juan Apóstol - Arequipa Aquel cerro rojizo - Jennifer Milagros Arias Huallpa Institución Educativa Padre Dami n de los Sagrados Corazones, Arequipa Aventuras en el mundo mineral - Math as Aurelio Pinto Turpo Institución Educativa Particular Madre Santa Beatriz - Arequipa Carmelito - Josu Jesús Mayhua Ramos Institución Educativa 40439 San Juan Bautista de La Salle - Arequipa El gran valor de los minerales - Thiago Alonzo López Mej a Institución Educativa Particular Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús - Arequipa El huaico brillante - Sara Raquel Hoyos Puma Institución Educativa 53 San Francisco De As s - Pasco Max y los minerales - Zoe Fernanda Rivas Franco Institución Educativa Particular Peruano Italiana Domingo Savio, Arequipa La labor de los gigantes - Brayan David Huillca Jordan Institución Educativa San Agust n de Hipona - Cusco 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 142 148 150 158 162 166 170 174 180 LA TIERRA Y SUS MINERALES 8

El duende Hans - Thiago Fabi n San Miguel Yepes Institución Educativa Particular Mendel Sede Cayma - Arequipa Gonu y la diosa de la tierra - Safrys Valenzuela Reinoso Institución Educativa 54010 Pueblo Libre - Apur mac El gato minero - Juan David Medina Rivera Institución Educativa 40165 San Juan Bautista de La Salle - Arequipa Desarrollo del planeta - Leandro Samuel Quispe Vilca Institución Educativa 40034 Mario Vargas Llosa - Arequipa Santiago y el cerro m gico - Santiago Rodrigo León lvarez Institución Educativa Las Flores - Arequipa La historia de lo minerales - Anggie Rub Rivas Valero Institución Educativa 40211 H roes del Pac fico - Arequipa El orito perdido - Kira Sof a Camacho Alegre Institución Educativa Particular Cristiana Ben Carson - Arequipa En busca de Cuprito - Sof a de los ngeles Alarcón Gómez Institución Educativa 28 de Julio - Tacna Nuestra roca madre - Sebasti n Leonardo Ledesma V squez Institución Educativa Fiscalizado Toquepala - Tacna 35. 36. 37. 38. 39. 40. 41. 42. 43. 9 ÍNDICE 182 184 192 194 198 204 208 212 214

Los ojos de Toquepala - Luciana Abigail Pomacosi Colana Institución Educativa Steve Jobs College - Tacna Gustavo y el extraterrestre - Edson Manuel Hacha Mamani Institución Educativa 56175 Sagrado Corazón de Jesús - Cusco La Tierra y sus minerales - Ayel n Villalba Alarcón Institución Educativa Colegio de Ciencias Leonard Euler - Arequipa El mineral valioso - Alessandro Joseph Ram rez Ojeda Institución Educativa 40165 San Juan Bautista de La Salle - Arequipa El l der de los apus - Josu Adriano Mamani Neira Institución Educativa Particular Sthephen Hawking - Moquegua El muqui, la gringa y yo - Valentina Rosal a Aguilar Mendiz bal Institución Educativa Gustavo Allende Llaver a - Jun n El niño y la cueva de diamantes - Rub Yidd Ccahuaya Hancco Institución Educativa Gran Unidad Escolar Mariano Melgar Valdivieso - Arequipa El viaje de los niños mineralitos - Nidia Nhaydedshka Hilda Montes Rodr guez Institución Educativa Rosario Gonz les lvarez - Arequipa La Allpa y sus hijos Rimay Tikaray - Homero Jud Tanta Delgado Institución Educativa 40038 Jorge Basadre Grohmann - Arequipa 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52. 218 222 228 232 234 240 244 248 252 LA TIERRA Y SUS MINERALES 10

11 ÍNDICE El niño que adoraba a la Pachamama y no quer a utilizar los metales - Brederik Gómez Oquendo Institución Educativa Particular Abraham Lincoln - Cusco Una aventura por los minerales - C sar Liam Pastor Paco Institución Educativa Particular Señor de Luren - Arequipa El minero perdido - Claudio Thomas Condori Llamozas Institución Educativa 40313 San Ignacio de Loyola - Arequipa La mineraventura de ngel y Cuarzito - ngel Javier Castro D vila Institución Educativa 40165 San Juan Bautista de La Salle - Arequipa Miguel cumpliendo sueños - Geanpiero Luan Nicasio Bellido D az Institución Educativa Particular Sant simo Niño de Mar a - Arequipa Las aventuras del topo - Ricardo Ascate Castillo Institución Educativa 80756 Jos Mar a Arguedas - La Libertad El encuentro de Lucero y la oveja Cloe - Neymar Jhordiño Abarca Segura CEB Micaela Bastidas Puyucahua - Huancavelica Jorge y el tesoro inca - Zahid Alejandro Manaure Castillo Institución Educativa 7243 Rey Juan Carlos De Borbón - Lima El cient fico aventurero - Songju Rodrigo Fuentes Alagón Institución Educativa 40082 Mariano J. Valdivia - Arequipa 53. 54. 55. 56. 57. 58. 59. 60. 61. 254 260 262 266 270 274 276 280 286

La tierra y sus minerales - Jorvic Jaziel Liz rraga Allpas Institución Educativa Particular Sigma - Jun n La Madre Tierra tiene miedo - Bianca Massiel Contreras Loayza Institución Educativa Mayta C pac - Arequipa Michiru y su gran tesoro - Ian Francesco Gonzales Chahua Institución Educativa Particular Innova Schools - La Campiña, Lima Allin Kawsay - Zamir Fabi n Pauccara Hancco Institución Educativa 57003 Almirante Miguel Grau - Cusco La tierra y sus minerales - Ashli Jimena Chunga Daza Institución Educativa Señor de los Milagros - Hu nuco Epigea - Jafet Albeyro Machuca Mogrovejo Institución Educativa Sir Alexander Fleming - Arequipa El muki de la mina y el ingeniero Carlos - Diana Bartolo Cl maco Institución Educativa Mariscal Ramón Castilla - Jun n Una niña quiere ser minera -Alexa Keisha Valeska Cancho Boza Institución Educativa 36359 - Huancavelica El caracolito sorprendente - Dayana Nicol Arse Herrera Institución Educativa 18179 - Amazonas 62. 63. 64. 65. 66. 67. 68. 69. 70. 290 292 298 302 306 308 316 322 326 LA TIERRA Y SUS MINERALES 12

13 ÍNDICE La campana de oro y la laguna Mar a Angola Qocha - Juliet Paloma C spedes Goyzueta Institución Educativa El Buen Pastor - Puno Yuriana y la tierra - Briceida Yamila Diez Cahuaya Institución Educativa Nuestra Señora de Lourdes - Arequipa El Chinchilliku de Las Bambas - Gimena Milagros Huaman Juro Institución Educativa N° 50773 - Challhuahuacho, Apur mac La tierra es sagrada - Hugo Chambi Gonzales 40439 San Juan Bautista de La Salle - Arequipa El duende ego sta - Diego Alexander More Flores Institución Educativa Pinto Talavera - Arequipa La búsqueda de Chiwi - Mat as Alexander Vera Chura Institución Educativa Particular San Josemar a Escriv de Balaguer - Arequipa La gema del milagro - Andy Ayala Agüero Institución Educativa Particular Newton - Arequipa Las aventuras de Lina con los minerales - Luana Alessandra Peñaloza Gallegos Institución Educativa Polic a Nacional del Per Neptal Valderrama Ampuero - Arequipa Una historia de amistad: Agricultura y Miner a - Benjam n Alfredo Tapia Condo Institución Educativa 40157 Jorge Luis Borges - Arequipa 71. 72. 73. 74. 75. 76. 77. 78. 79. 328 332 336 340 344 348 352 356 358

La recompensa del muqui El as - Jeanpier Hern n Espinoza Romero Institución Educativa Orión - Jun n Chizito y la tierra de las piedras de cobre - Joshua Math as Caballero Muriel Institución Educativa San Antonio Mar a Claret - Circa, Arequipa Celeste y el origen de los minerales - Melany Celestina Ram rez Onorbe Institución Educativa Particular San Benito de Palermo - Lima La tierra y la miner a como metodolog a innovadora de educación - Denisse Daniela Durand Enr quez Imagina School - Ilo, Moquegua El tesoro escondido en casa - Valentina Sof a Salazar Trujillo Institución Educativa 40134 - Arequipa Saru, la princesa de cobre - Taymaris Oriana Saru Vargas Zúñiga Institución Educativa 40054 Juan Domingo Zam cola y J uregui - Arequipa El milagro que logró Albertina - Zoe Lucymar Escobar Orellana Nuestra Señora de Guadalupe - Circa, Arequipa El duende Pacha - Mois s No Barrios Carpio Institución Educativa del Ej rcito - Arequipa 80. 81. 82. 83. 84. 85. 86. 87. 362 372 376 382 388 392 398 402 LA TIERRA Y SUS MINERALES 14

15 ÍNDICE Donato, el pastorcito que llegó a ser ingeniero - Luana Daniela Chuquipiondo Arteaga Institución Educativa Fiscalizada Daniel Alcides Carrión - Moquegua El campesino con suerte - Luana Torres Huaman Institución Educativa 40482 Pedro Paulet Mostajo - Arequipa Una familia feliz - Diana Camila Alccamari Apaza Institución Educativa Jorge Basadre Grohmann - Arequipa 88. 89. 90. 406 410 412

La promoción de la cultura, la investigación y la creatividad de nuestros escolares constituye un compromiso asumido permanente desde hace algunos años por el Instituto de Ingenieros de Minas del Per . Con la finalidad de motivar que las nuevas generaciones tengan una visión m s real e integral de la contribución de la actividad minera en el pas, el Instituto de Ingenieros de Minas del Per viene organizando anualmente un concurso escolar de cuentos donde participan diferentes alumnos de instituciones educativas públicas y privadas a nivel nacional, asesorados por un docente. El concurso “Premio Nacional de Minera Escolar”, dirigido a estudiantes de primaria y secundaria, logró en 2022 reunir un total de 90 cuentos donde se resaltó la relevancia del sector minero respecto del futuro y desarrollo del pa s. Presentación LA TIERRA Y SUS MINERALES 16

Los 90 cuentos, que forman parte de la presente edición, conservan en cada relato las expresiones propias de la edad de cada uno de los participantes, con un lenguaje directo y creativo, as como su particular visión de la miner a y el aporte que representa en cada una de las regiones del Per . Los ganadores del concurso fueron premiados durante la clausura del evento “PERUMIN 35 Convención Minera”, que se realizó del 26 al 30 de setiembre de 2022 en Arequipa. El concurso, que contó con el apoyo de la Escuela Profesional de Ingeniera de Minas de la Universidad Católica de Santa Mar a, contribuyó a promover el inter s por el conocimiento e investigación de la actividad minera peruana entre la población escolar. Adem s, logró difundir, en las generaciones en formación, la gestión moderna, eficiente y responsable de la miner a actual. 17 PRESENTACIÓN Tom s Gonz les Presidente del Concurso "Premio Nacional de Miner a Escolar"

La Liga de los Superminerales IAN THIAGO HUANCA PACHECO INSTITUCIÓN EDUCATIVA 40091 ALMA MATER DE CONGATA Arequipa E n un lugar bajo tierra existe una ciudad subterr nea llamada Ciudad Plutón, en esta ciudad viven nuestros amigos Cobrn, Platn, Hierr n y por último est nuestro amigo cuyo nombre no debe causarte risa pues se llama Or n. Or n siempre lleva consigo un espejo, pues es el m s vanidoso, siempre se mira en l porque le gusta su brillo; Hierrn siempre lleva una mancuerna para ejercitarse, es el m s fuerte; Plat n siempre trae un brillante collar de plata que l mismo fabricó; y a Cobr n le gusta la electricidad y usa como s mbolo un LA TIERRA Y SUS MINERALES 18

rayo que l mismo se dibujó en el pecho porque su h roe favorito es Flash. Pero como en toda historia de superh roes siempre existe un villano, as como Batman tiene al Guasón, Spiderman tiene al Duende Verde, y los Vengadores tienen a Thanos, nuestros amigos tienen al terrible Mercurión. Todos los das, nuestros amigos custodian en las profundidades de la tierra todas las entradas y salidas pues en la caverna m s profunda, bajo tierra, existe un gran castillo, dentro del castillo existe una laguna, en medio de la laguna una isla, en medio de la isla un calabozo y dentro del calabozo est encerrado el terrible Mercurión quien solo vive pensando en su plan secreto. Y para prevenir los maquiav licos planes de Mercurión nuestros cuatro amigos met licos fundaron la Liga de los Superminerales y su principal misión es no dejar que Mercurión salga de las profundidades de la tierra a la superficie para que no cause daño a nadie. Un d a como cualquier otro, Cobr n que era el m s joven, curioso, desobediente y que nunca hab a visto a Mercurión, viajó hasta el castillo donde vio una gran llave en el salón principal. Luego, llegó a la laguna, hasta la isla y hasta el calabozo porque quera saber cómo era Mercurión, acercó sus odos hasta la puerta del calabozo y escuchó lamentos. “¡Aaaay!”, se escuchaba con una voz cavernosa y muy triste, a Cobr n le dio mucha pena y decidió saludarlo y le dijo: “Hola”. Mercurión 19 LA LIGA DE LOS SUPERMINERALES

se sorprendió mucho y contestó: “¡¿Quin es?!”. “Soy yo”, le dijo Cobr n, entonces Mercurión empezó a quejarse con m s dolor: “¡Hay pobre de m … cu nto me duelen estos grilletes y me pesan estas cadenas!”. Cobrn pensó: “Pobre Mercurión no se ve tan malo como dicen todos…”. “¡Yo solo quiero ir a mi casa!”, lloraba Mercurión, entonces Cobrn decidió abrir la puerta usando la llave que vio en el salón principal del castillo. Al salir Mercurión de su encierro dio un gran grito de satisfacción: "¡Huaja ja, ja, ja!, ¡al fin soy libre!". Luego escapó hacia Ciudad Plutón cometiendo muchas atrocidades en su camino. La noticia de que Mercurión andaba suelto asustó a todos y la Liga de los Superminerales decidió actuar. "¡Hey Mercurión!, ¿cómo escapaste?", dijo Platn. "Eso no importa", respondió Mercurión y lanzó un rayo destructor desde sus ojos provocando una explosión, Cobrn llegó d ndose cuenta de su error. “¡Yo lo detendr !”, dijo, pero fue derrotado, al igual que Plat n y Or n, al final solo quedó Hierr n, pero Mercurión escapó a la superficie. Hierrn lo siguió, oh no Mercurión se transformó en metal lquido, con ayuda del sol, s, as como el T-1000 de Terminator. “Pero qu pasó, ¡debo detenerlo!”, pensó Hierrn. “¿Qu pretendes Mercurión?”, preguntó Hierr n. “Pues es simple, ahora que por fin soy libre cumplir mi único deseo: ¡conquistar el mundo entero!, ¡deseo ser un rey!, ¡no, m s que eso, un dios!, y as con mi superpoder l quido contaminar el agua, la tierra, las plantas, los animales y a todos los seres humanos", dijo Mercurión. LA TIERRA Y SUS MINERALES 20

Hierrn saba que si Mercurión llegaba a tener contacto con cualquier ser vivo poda provocarle una horrible muerte, ¿todo para ser una especie de rey?, ¿un dios?, ¿un todopoderoso? “Este tipo est m s loco que Loki”, pensó Hierr n. Finalmente, Hierrn corrió y alcanzó a Mercurión quien, transformado en lquido, se deslizaba por la tierra buscando el agua para contaminarla y envenenar a todo el mundo, Hierrn r pidamente pensó en un plan y se convirtió en una gran taza de hierro y se colocó debajo de Mercurión antes de que este cayera al agua y logró atraparlo. "¡Te tengo!", dijo Hierrn, pronto llegaron Cobrn, Platn y Or n, y juntos lograron volver a encerrar en el calabozo al terrible Mercurión. Y si miras muy bien, pero muy de cerca, abajo, cerquita en la tierra ver s con ayuda de tu imaginación muchas piedrecitas y ah est n mezclados muchos amigos y esta historia que te acabo de contar solo es una de las muchas aventuras de la Liga de los Superminerales. En el planeta Tierra los seres humanos recolectan a todos los minerales y metales en diferentes lugares llamados minas y los usan para construir muchas cosas como joyas, monedas, cables, autos, herramientas, televisores y hasta celulares y existen metales que son muy útiles y otros peligrosos. FIN 21 LA LIGA DE LOS SUPERMINERALES

El conflicto de los minerales LESLIE MÍA DELGADO MOSCOSO Institución Educativa Policía Nacional del Perú “7 de agosto” Arequipa Hab a una vez en una blanca y bella ciudad, llamada Arequipa, un volc n muy grande e imponente de nombre Misti. En esa ciudad vivan, bajo ella, unos personajes muy particulares y divertidos: Cobrito, Platn, Orón, Plomn y Zinc quienes siempre hacan de las suyas, felices y contentos debajo de la tierra. Un da, Cobrito, que era el mayor de todos, escuchó discutir a sus amigos: —¡Yo soy el mejor!, —dijo Plat n— nadie me puede superar. LA TIERRA Y SUS MINERALES 22

23 EL CONFLICTO DE LOS MINERALES —¡No!, yo soy el mejor, —dijo Orón— el m s apuesto de todos. —¡Por supuesto que soy el mejor! —dijo Plom n empolvado. - No… no… no —todo temeroso dijo Zinc—; tambi n soy bueno. Pero Cobrito al escucharlos, y con una gran carcajada, dijo: —¡Qu haran ustedes sin m! ¡Tengo una gran idea! Si no pueden ponerse de acuerdo, haremos una votación para saber qui n es el mejor mineral y todos aceptaron la propuesta. Al da siguiente, se reunieron para empezar la votación, Cobrito trajo una caja para poner los votos. —¿Quin ser el primero en poner su voto?— dijo Cobrito mientras todos gritaban a la vez para ser los elegidos. As que Cobrito les dijo: —Ac rquense todos, escriban su voto, y a la voz de tres, todos ponen su voto en la caja.

As lo hicieron, pero Cobrito se quedó sorprendido al darse cuenta de que no resultó. —Son unos vivos, pusieron su mismo nombre, no se vale, son unos tramposos, tenan que poner de quien creen que es el mejor mineral —expresó. Cobrito quedó todo pensativo y reflexionó: —¿Cómo podemos solucionar esto? —¡Ya s ! y si hacemos una competencia de carrera —dijo Cobrito. —¡Claro, claro! Mejor prepar monos para mañana —señalaron todos. Por la mañana, muy temprano, Cobrito estaba listo con su silbato para empezar la carrera. —En sus marcas, listos... —dijo y tocó el silbato. Todos empezaron a correr, corr an y corr an, de pronto empezaron a quedarse atr s Orón, Platn, Plomn, llegando a ganar Zinc; pero todos reclamaron: —¡No es justo!, yo peso m s —dijo Plom n. —¡Noooo! Zinc salió antes —dijo Orón. —¡El viento se lo llevó, el viento se lo llevó! —gritó Plat n. LA TIERRA Y SUS MINERALES 24

—¡Qu envidiosos! —dijo Zinc sonriendo. —Bueno, bueno, bueno, yo tambin creo que no es justo, as que tenemos que buscar otra solución —dijo Cobrito. Cobrito reflexionó otra vez: —¿Qu podemos hacer? ¿Cómo solucionamos este problema? Creo que lo mejor ser que cada mineral diga para qu es bueno, ¡qu tiene para ser el mejor!, y as decidimos. —Bueno preprense todos, piensen muy bien lo que van a decir y mañana decidiremos qui n ser el mejor —dijo Cobrito. Todos llegaron al medioda porque se prepararon muy bien, quer an decir lo mejor de cada uno para ganar. Empezó Orón: —Yo soy mejor porque los humanos pueden hacer joyas, utilizarme en la medicina, electrónica, tecnolog a, inversión, en automotriz y pueden lucirse conmigo. —Yo tambi n soy útil para la joyer a, la electrónica, la medicina y me junto con otros metales para ser m s fuerte —dijo Plat n. Plom n dijo: —Yo soy bueno para cañer as, bater as, pesas, proyectiles, cables y l minas para la radiación. 25 EL CONFLICTO DE LOS MINERALES

Zinc no se quedó atr s y dijo: —A m me necesitan en la medicina, principalmente en el cuerpo humano, en los bloqueadores, desodorantes, cosm ticos y para el recubrimiento de metales. De pronto, Cobrito, luego de escuchar a todos, dijo: —Sin lugar a dudas cada uno de nosotros tiene muchas cosas que ofrecer al mundo entero, incluso a veces al juntarnos somos LA TIERRA Y SUS MINERALES 26

muchas ganas vamos a sacar adelante a nuestro Per . Todos muy contentos se abrazaron y comprendieron que no necesitan demostrar qui n es mejor, sino que debemos esforzarnos por ayudar a que nuestro pas sea cada vez mejor y eso se logra con una miner a responsable. ¡Claro que s se puede… si as se quiere! FIN 27 EL CONFLICTO DE LOS MINERALES m s fuertes, todos saben que estoy en todas las casas, que soy el principal conductor de electricidad, y si yo no llevo la luz, ustedes no podr an hacer mucho, no podr an ver sus joyitas, sus ropitas, sus latitas, sus cosm ticos, etc tera. Adem s, me usan en hospitales por mi poder antimicrobiano. Entre los pobladores, nosotros y con la creatividad de los ingenieros podemos lograr el desarrollo de nuestro pas y hacer que nuestras ciudades sean cada vez mejores. Sin embargo, solo pedimos que quien nos extraiga de la tierra sea responsable, que cuide nuestro medio ambiente, las especies y la salud de todos. Plom n tomó la palabra y dijo: —Tienes razón, si todos trabajamos con

El sueño de Sunqu ROMINA FERNANDA HUAMÁN MUÑOZ I.E. EMBLEMÁTICA "SANTA TERESITA" Cajamarca Como todos los das, Sunqu, un perrito sin pelo peruano, noble y tierno, se levantó temprano para ir a desayunar, jugar con sus dueños, para que lo bañen, ¡hummm…! para que froten su piel con crema de coco, salir a pasear o simplemente tomar el sol disfrutando de todos los bellos regalitos que nos brinda la madre naturaleza. Esa mañana, muy tempranito, estiró las patitas, tiró la cabeza hacia atr s y abrió lentamente primero un ojito y luego el otro, y… ¡tan grande fue su sorpresa!, que se apuró LA TIERRA Y SUS MINERALES 28

en abrir los dos ojos m s grandes de lo normal; pues su bello pueblo, su bella casa, sus bienes m s preciados haban desaparecido, en su lugar solo haba tierras polvorientas, piedras y rocas de diversos colores, tamaños y brillos, adem s de algunos rboles y plantas. Entonces, empezó a sentir tanto miedo que por un instante se quedó paralizado. Intentaba caminar, pero estaba totalmente desorientado con el “cerebro en blanco” sin saber qu rumbo tomar. Cuando al fin empezó a caminar lo hizo lentamente con las orejas gachas y la colita entre las patas. T midamente avanzó y se sintió solo y desprotegido. Ya no escuchaba al reloj despertador de su dueña que estaba hecho de cuarzo y slice, tampoco estaban las l mparas para encender en las madrugadas nubladas y fras hechas con bronce, cobre y estaño. Y ni pensar en ir al m dico veterinario en el auto de pap que estaba hecho de titanio, hierro y otros minerales. Tampoco escuchó fluir el agua por las tuberas. ¡Todo estaba desolado!, sin vehculos, sin ordenadores ni celulares. Qu dif cil era el mundo donde se encontraba, sin viviendas, sin edificios, sin carreteras, sin caminos, sin transportes, sin medios de comunicación, sin cuidados m dicos. Sunqu senta una pesada piedra en el corazón y un nudo en la garganta, tena los ojos húmedos, solo quera llorar y estar al lado de su dueña para que ella lo pudiera consolar. 29 EL SUEÑO DE SUNQU

Como iba perdido en sus pensamientos y en tratar de encontrar la solución a sus problemas, no se dio cuenta que delante de l hab a un mont culo de tierra, y ¡zas… tropezó y cayó! En ese instante dio un fuerte ladrido y despertó. Sunqu todava se encontraba en su camita y de un gran salto salió corriendo a agradecer por todo lo que ten a y dijo alegre: “¡Gracias a la diosa Pachamama (madre tierra), todo hab a sido un horrible sueño, una espantosa pesadilla!”. En ese momento, recordó que das atr s su pequeña dueña estaba haciendo investigaciones relacionadas con la tierra y sus minerales. Ahora Sunqu, el perrito sin pelo peruano, sab a que los minerales han estado siempre al servicio del hombre a lo largo de toda la historia de la humanidad y que su extracción est relacionada al avance de la civilización. Tambi n que el desarrollo tecnológico se relaciona con el uso de los metales permitiendo avances en la fotografa, ingenier a, medicina, en la industria qu mica, en la industria del vidrio, en aparatos de comunicaciones, en los medios de transporte, en el mercado de la construcción y hasta en la industria aeroespacial. Sunqu sabe adem s que cada minuto de nuestra vida est relacionado con el uso de minerales extra dos de la tierra que facilitan y dan calidad de vida. Tambi n que la miner a es una actividad que se remonta desde las LA TIERRA Y SUS MINERALES 30

culturas preincas e inca, es decir desde los ancestros de Sunqu. Que nuestro bello Per produce minerales como el oro, plata, zinc, estaño, hierro y plomo; as tambi n que durante el año 2011 la mayor producción de oro se obtuvo de las regiones de Cajamarca, La Libertad y Madre de Dios. ¡Ah…! y tambi n conoce unos datitos importantes, que dos minerales llevan apellidos de dos grandes geólogos peruanos: la benavidesita (sulfoantimoniuro de plomo, manganeso y hierro) que fue descubierta en 1982 por Alberto Benavides de la Quintana y la rizopatronita (pentasulfuro de vanadio) descubierta por Antenor Rizo Patrón Lequ rica. Finalmente, Sunqu, el perrito sin pelo peruano, pudo respirar tranquilo y tuvo una gran idea: compartir con sus amiguitos del barrio todos los conocimientos que tena y pedir a su pequeña dueña que haga lo mismo con sus compañeritos y compañeritas de la escuela, as como tambi n con sus familiares y amiguitos del barrio. ¡Ah…! y lo m s importante cuidar nuestra tierra. 31 EL SUEÑO DE SUNQU FIN

Minerales, luces y colores de las montañas VÍCTOR ABRAHAM LUCERO CALERO INSTITUCIÓN EDUCATIVA POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ FÉLIX TELLO ROJAS Lambayeque Recuerdo que siempre me gustó escuchar los relatos de mi abuelo acerca de un lugar lejano de nuestra sierra lambayecana: Kañaris. Bastaba con o r el nombre de este lugar para que despertara en m , el inter s en saber m s de su historia. Pregunt a mi abuelo por qu hablaba tanto de Kañaris. Me respondió con voz dulce, tierna y melancólica, que me contar a una linda historia. Emocionado me sent a sus pies y empec a escuchar. Te contar sobre Salvador, quien era un hombre de aproximadamente 35 años. Estaba casado LA TIERRA Y SUS MINERALES 32

33 MINERALES, LUCES Y COLORES DE LAS MONTAÑAS con Angelina y viv an en la falda de una montaña en Kañaris. Un hermoso lugar lleno de una belleza admirable. En lo alto de aquella montaña, hab a dos enormes piedras que al verlas uno poda pasar mucho tiempo contemplando diferentes brillos de hermosos colores, pequeñas piedrecitas brillantes que con la luz del sol hac an m s intensa su belleza, eran minerales. En la parte posterior haba una catarata hermosa, a la cual es dif cil poder llegar por las lluvias, el fuerte viento, pero es la que abastece a diferentes comunidades con su agua cristalina. Da a da, Salvador y Angelina trabajaban la tierra sembrando y cosechando productos para su alimentación. Tambi n criaban sus animalitos para su sustento diario. Eran tiempos difciles, adem s los pocos recursos que llegaban al lugar no eran suficientes para cubrir sus necesidades. En la poca de fuertes lluvias, Angelina enfermó muy fuerte de gripe. Salvador salió a buscar hierbas medicinales para darle a su esposa. En el trayecto, encontró a su amigo C sar, a quien se acercó para saludarlo y le dijo: —Buen d a C sar, ¿veo que est s muy apurado, cu ntame a dónde vas? C sar le contestó amablemente: —Buenos d as Salvador, me dirijo a la zona baja, dicen que han llegado los representantes de una empresa minera y van a hacer una reunión para hablarnos del trabajo que desean realizar en nuestras tierras. Para estar

m s informados vayamos a ver, pues dicen tambi n que nos dar n trabajo, an mate. —Est bien, ah te ver —dijo Salvador. Salvador, pensativo, recordaba cuando fue niño y junto a su padre recorr a las diferentes zonas de Kañaris y siempre contemplaba las montañas observando los diferentes brillos de colores, plateados, dorados, azulinos, que con la luz del sol no hacan m s que resaltar su belleza. Su pap dijo que la Pachamama les brindó aquellos lindos regalos llamados minerales. Ahora, al escuchar a su amigo sobre la llegada de una empresa minera, y recordando todo lo que aquel lugar pod a ofrecer, se animó a ir a dicha reunión. —Preparar las hierbas para mi esposa y voy a ver de qu se trata realmente la miner a, qu tan cierto es que no daña las tierras ni contamina el agua —se dijo a s mismo. Se apuró en llegar a su casa y, despu s de atender a su esposa, se fue en su caballo Yuraj Uma (cabeza blanca) en dirección al lugar donde se realizar a la reunión. Al llegar, vio a varias personas de la zona reunidas, y entre ellas estaban los representantes de la empresa minera, quienes estaban explicando todo lo relacionado al trabajo que realizaran. Se acercó con prudencia y los escuchó decir que el Per es un pas que posee muchos recursos minerales, como el cobre, plomo, estaño, oro, entre otros. La población los escuchaLA TIERRA Y SUS MINERALES 34

ba aún con desconfianza, ante lo cual los ingenieros de la empresa continuaron diciendo que, en la zona, haban encontrado muestras de probable existencia de cobre, oro y plata en grandes yacimientos que tienen miles de años de antigüedad. Adem s, les comentaron que, si la población les daba permiso, dar an trabajo y mejorar an las condiciones de las v as de acceso a los diferentes caser os y otros beneficios como construcción de postas de salud, entre otros. Tambi n explicaron sobre la miner a moderna, el uso de la energ a renovable, de la responsabilidad social y la protección del medio ambiente. Salvador escuchaba atentamente, pero aún estaba en duda. Se acercó a C sar para preguntarle si estaba de acuerdo con lo que estaban informando. C sar le respondió: —S Salvador, claro que s estoy de acuerdo. Adem s, mi hijo, que estudia en la ciudad, me habló sobre las grandes riquezas minerales que tiene nuestro pa s, que con miner a responsable, no deberamos tener miedo ya que se hacen varios estudios para no impactar nuestras aguas y tierras. Salvador, con un brillo de esperanza en sus ojos, se quedó admirado, escuchaba con atención lo que decan, de cómo apoyara la empresa minera, los puestos de trabajo que crearan y consideró que as podra tener un sustento m s para su familia. Comprendido esto, junto a su amigo C sar, habló con los dem s pobladores y as pudo explicarles que no es como otros comentaban, al contrario, con responsabilidad social y ambiental se puede MINERALES, LUCES Y COLORES DE LAS MONTAÑAS 35

desarrollar la minera y se podan extraer los minerales para luego exportarlos sin afectar los lugares donde se realiza. Hicieron ver a los dem s, que hoy en da hay mejor tecnologa para poder aplacar los impactos de esta actividad y no perjudicar a la comunidad. Despu s de muchas horas de di logo, la población decidió dar permiso a la empresa minera para iniciar sus trabajos. Tambin tomaron acuerdos para que la gente de los caseros de la comunidad trabaje rotativamente y tenga la oportunidad de beneficiarse. Todos empezaron a trabajar arduamente, pero muy entusiasmados. La empresa minera cumplió con sus ofrecimientos de construcción de colegios, carreteras, postas m dicas y canales de regad o. Con el paso del tiempo, Kañaris haba mejorado, sus pobladores gozaban de buena salud ya que tenan acceso a una posta m - dica y a charlas de alimentación. Los niños asistan a buenos colegios y, sobre todo, las familias contaban con mejores ingresos económicos. En la mayor a de caser os, las casas ya no eran de ichu, ni las paredes de champa; y un dato curioso quedó aclarado, ahora ya saban el porqu del color verde azulino de las rocas y parte de la tierra, acompañado de un raro olor. Era el cobre que se encontraba en la montaña. Entonces, Salvador y Angelina se encontraban mejor. Vivan con m s tranquilidad y reconocieron que la actividad minera trae muchos beneficios. Los pobladores valoraron el lugar LA TIERRA Y SUS MINERALES 36

donde nacieron, aquellas tierras que por años les estaban ofreciendo la oportunidad de una vida mejor para ellos y sus familias. Se convencieron de que s es posible cuidar el medio ambiente y realizar la miner a al mismo tiempo. Contempl a mi abuelo y pude darme cuenta de unas escondidas l grimas que bajaban por sus marcadas mejillas. Me miró dulcemente y terminó diciendo: —Gracias a la minera responsable, Salvador y Angelina pudieron salir adelante, tuvieron un hijo, quien ahora puede contarte esta historia. Abrac fuerte a mi abuelo. Desde entonces, me doy cuenta porqu mi pap eligió trabajar en el sector minero. Claro, que todo es posible cuando se hacen bien las cosas, pensando siempre en el desarrollo y bienestar de todos. Por su parte mi abuelo me prometió que en vacaciones me llevara a aquellos lugares para poder contemplar las montañas y sus piedrecitas brillantes. Me parece increble cómo nuestra naturaleza nos ofrece tanta belleza y al mismo tiempo puede dar oportunidad de desarrollo. Con el paso de los das me apasiona m s y m s el poder conocer todo lo relacionado a la industria minera. Puede ser, que en algunos recónditos lugares se encuentren m s personajes como Salvador y Angelina viviendo en zonas donde existan este tipo de minerales esperando a ser descubiertos. MINERALES, LUCES Y COLORES DE LAS MONTAÑAS FIN 37

Túpac, corazón de oro SERGIO JOSUÉ RAMÍREZ DURÁN INSTITUCIÓN EDUCATIVA 70718 VILLA DEL LAGO Puno En los Andes peruanos existió un pueblo que era enemigo de la naturaleza pues sus habitantes extraan todos los minerales que podan sin medida alguna, no les importaba preservar la vida de los animales, plantas y dem s recursos naturales pues su objetivo era enriquecerse. Algunas personas de buen corazón sentan tristeza por esta situación; sin embargo, no pod an contradecir a las autoridades del pueblo, que parecan estar dirigidas por el supay (esp ritu maligno de los Andes), quien pon a en sus corazones sentimientos de maldad, ambición y ego smo. LA TIERRA Y SUS MINERALES 38

39 TÚPAC, CORAZÓN DE ORO La Pachamama (madre tierra) se sintió muy triste y a la vez enojada, luego de pensar en un castigo, decidió desaparecer de los ojos de la gente a todas las minas que provean diversos minerales al pueblo. De este modo, no hubo riquezas para ambicionar y como consecuencia de dicho castigo varios avances logrados hasta entonces se perdieron. En medio del dolor y sufrimiento del pueblo, exista un niño llamado Túpac, quien era educado con buenos valores y consejos sobre la importancia de cuidar a la Pachamama valorando todo lo que ella nos ofrece. Túpac, muy apenado por la situación, decidió buscar a la Pachamama y en compaña de su fiel amigo, un tierno zorrito llamado Q’ori, caminaron por muchos das. Durante su búsqueda contemplaron todo el daño que causó la explotación desmedida y descuidada de las minas a la Pachamama, y les fue muy dif cil encontrar agua limpia y observaron que los sembr os estaban secos. Justo antes de rendirse, por el cansancio que sentan, encontraron un hermoso rbol de eucalipto y se recostaron bajo su sombra, all lloraron amargamente por su aparente fracaso. De repente, un viejo cóndor llamado Kuntur, que pasaba volando los escuchó y les preguntó: —¿Por qu lloran? Túpac respondió con voz entrecortada:

—¡Buscamos durante varios das a la Pachamama y no la encontramos! —¿Para que la buscan? —preguntó Kuntur. Limpi ndose sus l grimas Túpac respondió: —Quiero ofrecerle disculpas en nombre de mi gente y pedirle una nueva oportunidad para mi pueblo, tambi n prometerle que a partir de ahora cuidaremos nuestras acciones y actitudes ego stas. El cóndor le dijo: —No te preocupes hijo, justo est s llorando debajo del rbol donde los animales nos comunicamos con la madre tierra. Túpac alegre preguntó: —¿Yo tambi n podr a comunicarme aqu ? —¡Por supuesto! —dijo Kuntur—, la Pachamama acepta a todos, solo debes abrazar el rbol y decir lo que desees. Túpac as lo hizo y luego escuchó una tierna voz que dijo: —¡Me encontraste Túpac!, ¡tu corazón te guio hasta aqu !, ¿qu deseas que haga por ti? —Querida Pachamama por favor perdona todos los malos tratos que te dimos, queremos una oportunidad, vuelve a abrir las minas —respondió Túpac. LA TIERRA Y SUS MINERALES 40

Ella pensó en silencio aceptando las disculpas y la petición con una condición. La Pachamama decidió poner a prueba la pureza de los corazones de Túpac y Q’ori, pidiendo que a cambio de las minas dejara a su fiel amigo Q’ori en ese rbol. Túpac aún abrazando el rbol, lloró desconsoladamente, pero deb a tomar una decisión… —¡Madre tierra, Q’ori ha sido mi amigo durante muchos años, hemos crecido juntos, vivimos aventuras inolvidables…! ¡Lo extrañar demasiado! Acepto la condición por mi pueblo y tambi n s que Q’ori estar de acuerdo en quedarse aqu . —¡Muy bien! —exclamó la Pachamama—, veo que ambos son muy nobles, por su sacrificio abrir las minas de tu pueblo. Túpac se despidió cariñosamente de su pequeño amigo y regresó con buenas noticias a su pueblo. Empezó a hablar de la importancia de cuidar y valorar a la Pachamama que es tan generosa con los hombres, todos en el pueblo tomaron conciencia y empezaron a trabajar en las minas cuidadosamente, respetando a la Pachamama. Túpac se senta satisfecho por lo que haba logrado; sin embargo, extrañaba a Q’ori su amigo fiel. Llegó el d a de su cumpleaños y fue a visitar el rbol de eucalipto, lo abrazó y dijo: 41 TÚPAC, CORAZÓN DE ORO

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—¡Pachamama! Vengo para agradecerte por todo lo que me das, tambi n te pido que sigas cuidando a mi querido Q’ori, donde est . Esta vez la Pachamama no respondió, solo una brisa suave rozó sus mejillas y le dio tranquilidad a Túpac, quien con paso lento regresó a su casa, de pronto vio a lo lejos a su querido amigo Q’ori, ambos corrieron para abrazarse y con l grimas de alegra agradecieron a la madre tierra y comprendieron que aquella vez ella estaba probando la bondad de sus corazones y el valor que decidieron asumir por el bienestar de su pueblo… Aquel d a, la Pachamama encontró un corazón de oro en ellos. 43 TÚPAC, CORAZÓN DE ORO FIN

Qurisach a* y una nueva oportunidad JOSÉ SANTIAGO ZAGA MENDOZA INSTITUCIÓN EDUCATIVA PARTICULAR CLARET Arequipa Haba una vez una comunidad, a la que muchos llamaban Qurisach’a, en la que, al amanecer, cada rayo de sol hac a resplandecer una a una las gotas de roc o, que dejaban las lloviznas nocturnas. Rodeada de frondosos eucaliptos, cuyos años de vida podr an contar un sinfn de historias, en medio de cada casa se pod a encontrar un manzano, dejando caer cada año sus frutos para endulzar el paladar de los niños que trepaban por sus ramas. Aqu vivan varias familias de conejillos y ovejas que cultivaban la tierra con amor *Árbol de oro. LA TIERRA Y SUS MINERALES 44

ra ser un gran profesional para as poder ayudar a su comunidad y a los dem s niños como l. Para ello, deb a estudiar mucho. En su casa, Santiago, pudo observar que su abuelo, todas las tardes, se acercaba a conversar con un frondoso rbol de eucalipto, que era cuidado con esmero. Se acercó a l y por su curiosidad le preguntó por qu hablaba tanto con aquel rbol. El abuelo le contó que ese rbol haba acompañado a muchas generaciones y que si lo escuchaban en silencio podran descubrir que tambi n respondan cuando le hablaban, que sus ra ces tan profundas se comunican con la tierra que los vio nacer. Santiago lo interrumpió y preguntó: —¿Qu te dijo? 45 QURISACH’A Y UNA NUEVA OPORTUNIDAD para producir los productos para su alimentación. Todas las mañanas los m s pequeños deb an partir de madrugada hacia la escuela del saber, que se encontraba a 4 kilómetros de distancia de sus casas. Una tarde, de regreso, se encontraron con un zorro que, con engaños, se quiso llevar a una ovejita, esta se asustó mucho, gritó y gritó hasta que entre los eucaliptos del camino apareció su padre y con un empujón pudo ahuyentar al zorro. Es as como se salvó la pequeña que quera realizar sus sueños de aprender, debiendo recorrer dicho camino. Entre los niños de la comunidad se encontraba Santiago, un corderito intr pido, curioso, con muchos sueños y anhelos, que le gustaba rer y jugar de camino a la escuela. Él que-

El abuelo le contó que en su sabidur a el rbol le dice: —La tierra que pisas es sagrada y guarda en su interior el sueño de los m s jóvenes que son el futuro de la comunidad. Luego de un tiempo el abuelo enfermó y ya no pudo levantarse m s para ir a hablar con el gran rbol, pero en su lugar Santiago iba todos los das a alimentarlo con sus palabras y escucharlo tal como el abuelo lo hac a. Siempre se quedaba pensando en qu significaran esas palabras: “La tierra guarda en su interior el sueño de los m s jóvenes que son el futuro de la comunidad”. El tiempo de su abuelo llegó a su fin y tuvo que reencontrarse con la tierra que lo vio nacer. Santiago quedó muy triste por su partida, pero antes de despedirse, le hizo una promesa: proteger a al gran rbol por siempre. Un da, su padre se levantó muy temprano, llevaba en sus hombros un pico y una pala. En su af n de ampliar la construcción de su casa, quiso deshacerse del viejo rbol. Escarbó y escarbó para poder sacarlo desde la raz. Pero, Santiago apareció muy agitado gritando: —¡Nooooo!, ¡no lo hagas, pap !, ¡le hice una promesa a mi abuelo! En ese momento, una luz resplandeciente, que surgió del fondo de la superficie de la tierra, llamó su atención. El gran rbol esLA TIERRA Y SUS MINERALES 46

cond a en la profundidad de sus ra ces unas piedrecillas muy brillantes que ellos no hab an visto jam s. Ante este hallazgo sorprendente, el padre decidió posponer su cometido de sacar al viejo rbol. Santiago, en la escuela, le contó a su maestra, la ardilla Tina, lo que hab a encontrado junto a su padre. Tina se comprometió a buscar a algunos especialistas para que ayuden a saber qu eran esas piedrecillas tan resplandecientes. A la semana siguiente, llegaron unas ardillas, con cascos blancos, quienes, con mucho respeto al rbol, examinaron el lugar y con gran sorpresa comunicaron a la familia: —Este mineral se llama oro, es muy cotizado en el mundo por su gran valor. Gracias a este mineral su comunidad y ustedes podr n mejorar su calidad de vida y cubrir necesidades que sean de beneficio para todos. No deben olvidar que todo lo que se propongan hacer debe ser con el debido respeto a la naturaleza que los vio nacer. El padre de Santiago muy emocionado convocó en la plaza a todos los vecinos y les contó el hallazgo. El m s viejo de sus miembros, un encorvado conejillo, tomó la palabra y dijo: —Hermanos y hermanas en nuestra comunidad existen muchas carencias y necesidades, pero hoy debemos priorizar una, ¿cu l creen que es la m s importante? Algunos gritaron: 47 QURISACH’A Y UNA NUEVA OPORTUNIDAD

—¡Una gran plaza!, ¡un arco en la entrada del pueblo! Y no faltaron los que pidieron: —¡La construcción del local municipal! Entre la multitud, se escuchó una vocecita de un niño, era Santiago quien, desde el fondo, gritó: —¡La escuela!, ¡la escuela!, ¡la construcción de una escuela para todos los niños de nuestra comunidad! Todos se quedaron en silencio y tal vez con un poco de vergüenza, ante el pedido del m s pequeño quien, con su sabidura de niño, pidió algo que realmente era una prioridad. El m s viejo tomó la palabra y concluyó: LA TIERRA Y SUS MINERALES 48

—¡Que as sea, hijo!, una escuela es lo que se har , as nuestros niños y jóvenes no tendr n que caminar 4 kilómetros, sorteando diversos peligros. Todos se organizaron, la maestra se comprometió a traer un equipo responsable, honesto, respetuoso y con conocimiento tecnológico para que la extracción del mineral no dañe al gran rbol y a la naturaleza de la comunidad. Y por el otro lado el pap de Santiago se comprometió a iniciar la construcción de la escuela, junto con los dem s pobladores. Es as que, desde entonces, la comunidad de Qurisach’a se puso manos a la obra para lograr su cometido. Santiago, a solas, se acercó al gran rbol de eucalipto para contarle todo lo sucedido. Se quedó en silencio pensando en su abuelo y le dijo: —Ahora, entiendo esas palabras que le decas a mi abuelo: “La tierra que pisas es sagrada y guarda en su interior el sueño de los m s jóvenes que son el futuro de la comunidad”. FIN 49 QURISACH’A Y UNA NUEVA OPORTUNIDAD

Enrique el topo en busca del oro perdido ÁNGEL ADRIEL CONDE CONCHA INSTITUCIÓN EDUCATIVA PARTICULAR JACOBO DICKSON HUNTER Arequipa Haba una vez, cerca al distintivo cerro de la Ciudad Blanca, Caf Valenzuela, un topo cegatón llamado Enrique, l tena una pequeña casita cerca de las nubes, y quer a conseguir oro para adornar su bella morada. Cierto da, se levantó muy temprano, o al menos eso cre a pues sus anteojos no le ayudaban demasiado, empezó a escarbar y escarbar hasta que encontró una piedra que nunca antes haba visto, el pobre topo se emocionó, pero ola a metal, su pobre nariz se puso roja, de inmediato pudo observar que LA TIERRA Y SUS MINERALES 50

51 ENRIQUE EL TOPO: EN BUSCA DEL ORO PERDIDO esa piedra ten a un color anaranjado rojizo y se desanimó mucho, entonces dijo: —¡Esto no es amarillo! Cada vez que el topo buscaba oro dejaba varios agujeros en el suelo que despu s las personas utilizaban para hacer tajos abiertos. As, mientras segua buscando encontró a unas personas caminando por un cerro cerca de Uchumayo. — ¡Muy sospechoso! ¿Por qu esos topos usan ropa? De seguro ellos tienen mi oro — exclamó el topo. Enrique decidió acercarse a ellos, pero sus lentes cayeron y sin darse cuenta empezó a rodar, as llegó a un lugar donde varias personas se dedicaban a sembrar plantas y alistaban algunas semillas que iban a donar a los agricultores de la ciudad. ¡No eran topos con ropa!, ¡pero s se aprovechaban de sus agujeros! Enrique estaba muy confundido, de todos modos decidió que pod a seguir espi ndolas, quiz eso le dar a alguna pista de dónde estaba su oro. El primer da observó que extraan algo muy parecido a lo que haba encontrado anteriormente, se trataba de c todos de cobre, lo raro es que esas personas s los conservaban. El topo empezó a preguntarse si realmente eso tena alg n valor, hasta que

vio que los humanos lo transformaban en hilos y cables para que contaran con electricidad en sus hogares. —¡Incre ble!, y pensar que lo usaba como el colchón de mi cama —dijo el topo. Al da siguiente volvió a espiar a los humanos, ellos estaban utilizando bastante agua para lavar... ¿piedras?, las personas decan que ese concentrado de cobre servira para fabricar piezas electrónicas y el ctricas. —No saba que se poda hacer eso, ¡al fin podr ver a Arequipa en el mundial! —exclamó Enrique. Al tercer d a observó algo inusual, unos enormes sacos a los que las personas llamaban “maxisacos”. —Mi oro se encuentra dentro, por eso los sacos son enormes —pensó el topo. De inmediato, decidió abrir uno y meterse dentro, lo único que observó fue un polvo gris ceo al que las personas llamaban concentrado de molibdeno. Por estar jugando dentro del saco, casi fue trasladado como carga. Un trabajador de la mina se percató de ello y decidió ayudarlo, al encontrarlo temblando decidió regalarle su chullo, pero Enrique miedoso salió disparado. Al anochecer, mientras miraba al Misti, se puso a pensar si realmente val a la pena seLA TIERRA Y SUS MINERALES 52

guir buscando el oro, quiz era mejor olvidarse de l. Empezó a llorar a c ntaros hasta que toda su casita empezó a inundarse, pero no le importó. De pronto, su sof hecho de tierra empezó a convertirse en barro, hasta su chullito se ensució, fue ah cuando miró al suelo y encontró una pepita de oro que hab a quedado al descubierto. Enrique no pod a creerlo, su objetivo estuvo siempre en su casita, quiz era el momento de cambiar de lentes —o trabajar en la mina— y valorar todo lo que nuestra maravillosa tierra nos da. Y charaqu n characato este cuento ha terminado. 53 ENRIQUE EL TOPO: EN BUSCA DEL ORO PERDIDO FIN

Tres héroes de un pueblo PIERO DANIEL VICTORIO MUÑOZ INSTITUCIÓN EDUCATIVA 34233 NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO Pasco En una ciudad pobre, llamada Villa Rica, vivan dos hermanos, Ronaldo y lvaro, a ellos les gustaba jugar en el bosque y juntar piedritas, un da mientras caminaban encontraron una cueva y los dos asombrados entraron silenciosamente y empezaron a explorarla. A lo lejos vieron algo que brillaba, cuando se acercaron vieron dos caramelos envueltos en un papelito, uno dorado y otro plateado, como a ellos les gustaba mucho los caramelos se los comieron, de pronto toda la cueva se iluminó y el cuerpo de ambos cambió de color, el de lvaro era doradito y el de Ronaldo plateadito. LA TIERRA Y SUS MINERALES 54

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