Libro La Tierra y sus minerales

A la mañana siguiente, el señor les contó todo lo sucedido a sus compañeros, de cómo el duende tena el dinero de todos escondido en un bosque m gico y sobre la condición que le propuso, al escuchar eso todos se pusieron en marcha para saber cu l era su nombre, antes de que le preguntara al señor. Llegada la noche el duende apareció preguntando cu l era su nombre, el señor le respondió: —Tu nombre tal vez ser Andr . El duende lo negó y fue as hasta que se acabó la lista de nombres, el duende se fue muy feliz ya que jam s adivinaron su nombre. Todos estaban muy preocupados… pero llegó Sofa, estaba dispuesta a ayudar ya que el duende necesitaba una lección, as que les dijo el nombre del duende. Otra vez al llegar la noche el duende volvió a hacer la misma pregunta y el señor le respondió: —Tu nombre quiz sea Marcos, Hans… Y as siguió hasta que dijo: —O tal vez tu nombre sea Bufel. El duende se quedó est tico, cómo pudieron adivinar su nombre, todo molesto por perder, se fue. Todos celebraron felices el poder recuperar su oro y libertad. 133 EL DUENDE Y EL ORO FIN

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