Libro La Tierra y sus minerales

sa fue: “Mana wasiman ch´usaq maki chayawaqchu” (No llegar a casa con las manos vac as). Estuvo picando una roca muy dura y cuando logró partirla, una luz iluminó su rostro. Carmelito quedó ciego por un momento, se arrodilló y exclamó: —¡Diosito, qu es esto! La cabeza le dolió y casi sin mirar puso en un costal un pedazo de la roca brillante y regresó muy mal a casa. Al llegar a su hogar, su esposa y sus hijos lo atendieron porque estaba muy mal. Tenan que llevarlo al hospital, pero no contaban con dinero. Carmelito era amigo de un m dico quien, al enterarse, fue a visitarlo. El m dico lo atendió y mientras se recuperaba, Carmelito le dijo que aquella cosa que lo dejó ciego, estaba en un costal. El m - dico sonriente, fue al patio, y lo encontró. Cuando lo abrió, el m dico exclamó: —¡Carmelito eres rico, eres rico Carmelito! Aquel da el m dico le dijo que lo que haba encontrado era oro y eso val a mucho dinero. Carmelito no entendió lo que su amigo le expresó y sin tomarle importancia le dijo: —¡En mi sombrero hay un papel grande, me pagaron con un papel raro! LA TIERRA Y SUS MINERALES 164

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