El m dico revisó el sombrero y al ver lo que dec a el papel, nuevamente gritó: —¡Eres rico Carmelito, eres rico! Aquel papel era la escritura del cerro que el hombre malo le hab a dado a su nombre. La familia no creyó en lo que el m dico dijo, no conocan la plata, mucho menos saban leer ni escribir. El m dico contactó a sus amigos ingenieros, quienes ayudaron a Carmelito. Hoy Carmelito tiene una mina bien bonita. Siempre apoya a los necesitados. En su pueblo hizo escuelas para que ning n niño se quedara sin leer. Adem s, hizo un gran hospital para su amigo, parques, canchitas y todo el pueblo estaba muy feliz con Carmelito. Por primera vez con las ganancias de Carmelito, las tierras de Ispacas empezaron a mejorar, llegaron tractores y carros y todos tuvieron un lugar donde trabajar. El hombre malo hoy tambi n es amigo de Carmelito. Debido a que era muy viejecito, y que consideraba que Carmelito era una buena persona, decidió darle toda su herencia. Carmelito hoy cuida de l. Carmelito no solo est en Ispacas, Carmelito est en todo buen corazón. Y colorn y colorado, este cuentito se ha acabado. FIN 165 CARMELITO
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