181 LA LABOR DE LOS GIGANTES —¿Qu te pasa, hijo? Pero al niño le caan l grimas cristalinas de sus ojos porque los campos y ros estaban cochinos, llenos de pl sticos, papeles, latas y botellas. Las truchas, ranas, sapitos y las challguas estaban agonizando. Entonces, el niño gritó mirando al cielo: —¡Ay denme! ¡Ay denme! De pronto, aparecieron unos grandes gigantes, vestidos con ramas de rbol, con sus manos levantaron la basura y de sus ojos cayeron aguas cristalinas para salvar a los animales que estaban muri ndose. Los animalitos empezaron a vivir y el niño corrió a los pies de los gigantes sin tener miedo. Los animalitos se regocijaron con el niño y cantó el gallo y despertó el niño, todo hab a un sueño. Esa mañana el niño estuvo triste por su sueño. Al llegar al campo pensó ver todo sucio pero no fue as, vio a unas personas que recogan la basura, las aguas estaban limpias y en las chaquetas de las personas que mantenan limpio el campo estaba escrito: “MINERÍA RESPONSABLE”, entonces el niño pensó que aquellos gigantes de su sueño eran esas personas, los animales del campo y del r o estaban bien cuidados. Jesús se puso muy feliz, saltó de alegra y dio un suspiro diciendo: —¡La minera responsable cuida el medio ambiente, qu alegr a! FIN
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