Libro La Tierra y sus minerales

—As lo har —respondió Gonu. Despu s, Gonu prosiguió su relato y contó: —Por último, en mi viaje conoc a una mujer, en la casa que est cerca al templo, que me pidió que te preguntara qu deb a hacer para que su esp ritu dejara este mundo y pudiese estar tranquila. La anciana le contó que hace mucho tiempo esa casa estaba llena de riquezas, la mujer era dueña de una mina de plata, sin embargo ella era codiciosa y corrupta, engañaba a sus trabajadores que, poco a poco, fueron muriendo o escapando, hasta que se quedó sola. —Cuando la veas dile que si es capaz de desprenderse de las tres barras de plata que guarda con tanto recelo, su espritu podr dejar este mundo ese mismo instante —dijo la anciana. —As lo har —respondió Gonu. Gonu se despidió de la anciana y emprendió su viaje de retorno. Al acercarse a la casa de la mujer codiciosa, ella apareció como si la estuviese esperando y le preguntó qu fue lo que le dijo la diosa. Gonu le dijo que le contara pero que primero deba dejarla pasar. La mujer aceptó. Una vez al otro lado de la casa, Gonu le dijo lo que le indicó la diosa, que si se desprenda de las barras de plata que guardaba, podra dejar este mundo. La mujer trajo inmediatamente las barras de 189 GONU Y LA DIOSA DE LA TIERRA

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