Libro La Tierra y sus minerales

se sorprendió mucho y contestó: “¡¿Quin es?!”. “Soy yo”, le dijo Cobr n, entonces Mercurión empezó a quejarse con m s dolor: “¡Hay pobre de m … cu nto me duelen estos grilletes y me pesan estas cadenas!”. Cobrn pensó: “Pobre Mercurión no se ve tan malo como dicen todos…”. “¡Yo solo quiero ir a mi casa!”, lloraba Mercurión, entonces Cobrn decidió abrir la puerta usando la llave que vio en el salón principal del castillo. Al salir Mercurión de su encierro dio un gran grito de satisfacción: "¡Huaja ja, ja, ja!, ¡al fin soy libre!". Luego escapó hacia Ciudad Plutón cometiendo muchas atrocidades en su camino. La noticia de que Mercurión andaba suelto asustó a todos y la Liga de los Superminerales decidió actuar. "¡Hey Mercurión!, ¿cómo escapaste?", dijo Platn. "Eso no importa", respondió Mercurión y lanzó un rayo destructor desde sus ojos provocando una explosión, Cobrn llegó d ndose cuenta de su error. “¡Yo lo detendr !”, dijo, pero fue derrotado, al igual que Plat n y Or n, al final solo quedó Hierr n, pero Mercurión escapó a la superficie. Hierrn lo siguió, oh no Mercurión se transformó en metal lquido, con ayuda del sol, s, as como el T-1000 de Terminator. “Pero qu pasó, ¡debo detenerlo!”, pensó Hierrn. “¿Qu pretendes Mercurión?”, preguntó Hierr n. “Pues es simple, ahora que por fin soy libre cumplir mi único deseo: ¡conquistar el mundo entero!, ¡deseo ser un rey!, ¡no, m s que eso, un dios!, y as con mi superpoder l quido contaminar el agua, la tierra, las plantas, los animales y a todos los seres humanos", dijo Mercurión. LA TIERRA Y SUS MINERALES 20

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