Libro La Tierra y sus minerales

245 EL NIÑO Y LA CUEVA DE DIAMANTES Miguel entró en la cueva y, como estaba cansado de tanto correr, se recostó y se tapó con unas hojas grandes que encontró; sin darse cuenta se quedó dormido. A la mañana siguiente, cuando despertó, se preocupó porque pensó que sus padres lo estaban buscando, pero cuando volteó, vio una luz brillante, se acercó a ver qu era eso, se fijó bien y se dio cuenta de que eran diamantes de todo tipo y de todos los colores. En aquel momento, se alegró mucho y se apresuró para volver a su casa y darles esa noticia a sus padres. Cuando Miguel llegó a su casa, sus padres le preguntaron: “¿Dónde estabas?”. Él les explicó todo lo sucedido. En ese mismo instante, los llevó a la cueva de diamantes, pero m gicamente la cueva ya no estaba, sus padres creyeron que l menta y se regresaron molestos a su casa, hicieron que dudara y pensara que todo hab a sido un sueño. Despu s de una semana, Miguel decidió ir solo al lugar nuevamente, encontró la cueva, se sorprendió mucho y se dio cuenta de que solo l pod a verla. Decidió ya no ir m s a la cueva hasta cuando llegara a ser grande y terminara de estudiar en la universidad. Doce años despu s, Miguel se graduó de la universidad y decidió visitar la cueva y encontró m s diamantes de los que vio cuando era niño. De inmediato, se puso muy contento por ello.

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