Libro La Tierra y sus minerales

263 EL MINERO PERDIDO que una señora se sentó a su lado y le dijo: —¿Por qu est s triste waway?, ¿por qu llora tu corazón? El hombre le contó el porqu de su tristeza. Entonces, la señora le dijo que haba un lugar m gico dentro de la cueva, pero no hab a muchos caminos y l tendra que averiguar el correcto, y tambi n le recomendó que no tuviera miedo. El hombre decidió entrar a la cueva oscura y tenebrosa. Caminó y caminó por pasadizos, anchos y angostos, hasta que llegó a un punto donde hab a cinco caminos diferentes y decidió ingresar por el m s cercano. Mientras entraba, escuchó unas voces que dec an alto. Él no hizo caso y continuó, pero no encontró el final del camino y sintió miedo. En aquel momento, quera abandonar su búsqueda. De pronto, se le apareció un hombrecito muy raro con una linterna en su cabeza, y una picota amarrada a su espalda, quien le dijo: —El camino que has seguido hasta aqu, guiado por esos minerales brillantes de colores, no continuar m s iluminado, pero te dejar un acertijo: siempre rezo de forma brillante, cuesto caro como un brillante y tengo p lido el semblante. De ti depende resolverlo y hallar aquello que tanto buscas. Si no encuentras la respuesta deber as quedarte para siempre.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTM0Mzk2