Libro La Tierra y sus minerales

293 LA MADRE TIERRA TIENE MIEDO Cuando llegó a tierra firme, me pareció que, con su cabeza, me ped a que subiera sobre l y despu s de unos minutos ya estaba viajando con el cóndor. En el viaje, clarito observ cómo pas bamos sobre el Misti. Tambi n mir que en las cristalinas aguas del r o Chili se estaba bañando una sirena y sin el m s m nimo miedo llegu hasta el espacio. All estaba girando la Madre Tierra, ella me saludó y para mi sorpresa me llamó por mi nombre. La Madre Tierra me dijo: —¡Martina! ¡Martina! ¡Qu bueno que vinieras a visitarme!, son tantos años los que estoy girando en este espacio inmenso, a veces sinti ndome triste y en otros momentos sinti ndome alegre, pues los cantos de mi amiga Luna me hacen olvidar la soledad del universo, pero nada se compara con tu visita. ¡Achachay! ¡Cómo me alegra el corazón! No pude creer lo que mis ojos ve an: la Madre Tierra me estaba hablando. Entonces, me contó lo siguiente: —Martina siempre me he sentido tan fuerte y tan amada por mis hijos, a los que cobijo suavemente con mis tierras, acariciando sus rostros con mis vientos, ¡toda yo!, siempre estoy dispuesta a alimentarlos, sin reproches, am ndolos sin condición, pero últimamente el miedo llena cada parte de mi ser.

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