Libro La Tierra y sus minerales

cavones, cierro mis ojos y la Luna con su luz m gica va curando las heridas que cada da ustedes me causan. ¡S que no quieren dañarme! Perdón por ser una madre tan d bil, y aunque las perforaciones duelen, ver su desarrollo me hace fuerte. No olviden que para seguir manteniendo mis minerales, tienen no solo que pensar en la economa, sino tambi n en el medio ambiente, les pido que trabajen en equipo, garantizando la inclusión, igualdad y seguridad de aquellos valientes que entran sin miedo a mis entrañas, buscando minerales en mis profundidades. Fue entonces cuando en mis manos aparecieron unas pequeñas semillas que brillaban como el mismito oro. Entonces, la Madre Tierra dijo: —Si mi cuerpo est dañado, mis minerales ser n escasos. ¡Pero ustedes pueden ayudarme! Estas semillas se llaman Chillka y Asnahuaycha, restaurar n mi cuerpo mediante la fitoextracción, siendo una barrera viva que me ayudar a vivir por miles de años. Aún montada sobre el cóndor, sujet las semillas bien fuerte, nada ni nadie podr a quit rmelas. 295 LA MADRE TIERRA TIENE MIEDO

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