—S , ahora te veo leyendo —sonrió la madre. —Tambi n aprend a hablar frente a mis compañeros, creo que estoy perdiendo el miedo. —¿Qu m s, hija? —Madre me gustara conversar con los que van a sacar el mineral de nuestra tierra. —¿Y qu vas a conversar? —No s si yo o nuestras autoridades, pero deben de conversar con esos señores que antes de venir a sacar el mineral de nuestra tierra deben de respetar la vida. —¿La vida? ¿Qu es eso? —Mami, la vida. Nuestra vida. La vida del pueblo. La vida de la comunidad. La vida de la tierra. La vida de la vida. —No te entiendo hija. —Mami, el pasto, el agua, la laguna y la tierra sirven para nuestros ganados. La tierra tiene vida, sin ella qu ser a de la vida. LA TIERRA Y SUS MINERALES 324
RkJQdWJsaXNoZXIy MTM0Mzk2