Libro La Tierra y sus minerales

33 MINERALES, LUCES Y COLORES DE LAS MONTAÑAS con Angelina y viv an en la falda de una montaña en Kañaris. Un hermoso lugar lleno de una belleza admirable. En lo alto de aquella montaña, hab a dos enormes piedras que al verlas uno poda pasar mucho tiempo contemplando diferentes brillos de hermosos colores, pequeñas piedrecitas brillantes que con la luz del sol hac an m s intensa su belleza, eran minerales. En la parte posterior haba una catarata hermosa, a la cual es dif cil poder llegar por las lluvias, el fuerte viento, pero es la que abastece a diferentes comunidades con su agua cristalina. Da a da, Salvador y Angelina trabajaban la tierra sembrando y cosechando productos para su alimentación. Tambi n criaban sus animalitos para su sustento diario. Eran tiempos difciles, adem s los pocos recursos que llegaban al lugar no eran suficientes para cubrir sus necesidades. En la poca de fuertes lluvias, Angelina enfermó muy fuerte de gripe. Salvador salió a buscar hierbas medicinales para darle a su esposa. En el trayecto, encontró a su amigo C sar, a quien se acercó para saludarlo y le dijo: —Buen d a C sar, ¿veo que est s muy apurado, cu ntame a dónde vas? C sar le contestó amablemente: —Buenos d as Salvador, me dirijo a la zona baja, dicen que han llegado los representantes de una empresa minera y van a hacer una reunión para hablarnos del trabajo que desean realizar en nuestras tierras. Para estar

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