Libro La Tierra y sus minerales

vón natural) y se puso a fumar su cigarrito, masticar la sagrada hoja y tomar su traguito pidiendo a los apus y a la Pachamama que lo favorezcan. Mientras hacia su ritual le dio un sueño profundo. Pasados quince minutos, don Mariano se despertó y del qhanqayllu salió una persona de estatura pequeña y que portaba casco de oro y en su mano un mechero que alumbraba con un color azul tenue y se presentó delante de l. Don Mariano sintió miedo y confusión porque en su sueño la persona que lo citó era alta. Entonces, pensó: —¡Esto es una traición! Luego escuchó una voz que le dijo: —Tranquilo don Mariano. ¡Yo soy la persona que te citó en tu sueño! ¡Soy el Chinchilliku! Don Mariano se sintió motivado con las palabras del Chinchilliku, agarró valor y se pusieron a chacchar la coca, tomar el trago y fumar el cigarro y mientras compart an tambi n conversaron. El Chinchilliku le dijo: —Don Mariano he visto el sufrimiento de tu pueblo y cómo pasas d a y noche hambre y sed arriando tus ganados. Todos los años labras la tierra y ni siquiera te alcanza para alimentarte. ¿Quieres salir de esta situación? Don Mariano desconcertado le dijo: LA TIERRA Y SUS MINERALES 338

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