Libro La Tierra y sus minerales

—¿Qui n es usted? ¿Cómo saldra de esta situación? ¿Qu tendr a que hacer? El Chinchilliku le respondió: —Yo soy el dueño de estas tierras, dueño de los cerros, yo vivo en el corazón de la Pachamama. Yo transformar tu vida. El lugar en el que vives es sagrado y de puro oro. Ser s millonario, tendr s carros en vez de caballos, tendr s edificios en vez de chozas, tomar s cerveza en vez de la chicha de chuño, comer s lo mejor como un hombre rico y las mujeres andar n tras de ti viendo tu plata. Luego de decirle esas palabras el Chinchilliku se regresó al qhanqayllu. Don Mariano no le creyó al Chinchilliku y nuevamente le entró el miedo y en ese estado se marchó de regreso a casa. Su esposa, que estaba preocupada, le preguntó qu le haba sucedido. Don Mariano le contó todo lo que haba dicho el Chinchilliku. La esposa tampoco le creyó lo que su esposo le dijo. Sin embargo, al final vivieron ilusionados por las palabras del Chinchilliku hasta que sus nietos reci n vieron las cosas y acontecimientos tal como lo predijo este personaje, que era dueño de la mina Las Bambas. Ahora los pobladores de Fuerabamba viven con una riqueza envidiable, tienen casas y edificios en varios lugares, carros de lujo, beben y comen lo mejor y han cambiado su forma de vida. 339 EL CHINCHILLIKU DE LAS BAMBAS FIN

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