es la pureza de corazón —dijo una voz a lo lejos. De pronto, apareció una luci rnaga que brillaba como oro. Con mucho miedo, hice todo lo que la madre luna me indicó, cog a mi mula y me fui en busca de esa gema que quitara la maldición que nos dejaron. Pasó el tiempo y no encontraba la gema, mi cuerpo empezó a rendirse, de pronto ca rendido a los pies de un rbol, llor de impotencia, y en eso una voz me dijo: —¡Lev ntate, todo terminó! Cuando levant la mirada vi que la luci rnaga era la gema que tanto buscaba. Entonces, ella me dijo: —S que tu pueblo est arrepentido, informa que la maldición se acabó, ya no ser n castigados. Regres muy alegre a casa y cont todo lo que me sucedió. El pueblo entero fue hacia la montaña y prometimos nunca m s ser ambiciosos. 355 LA GEMA DEL MILAGRO FIN
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