Libro La Tierra y sus minerales

389 EL TESORO ESCONDIDO EN CASA se llamaba Carolina, pero el abuelo de cariño le dec a Cori que es una palabra quechua que en castellano significa oro. Esta niña muy singular y cariñosa tena diez años y era su nieta muy apreciada y viv a en casa junto a sus padres y su abuelo debido a que su abuelita hab a fallecido hace algunos años. Cada vez que Carolina regresaba del colegio acompañaba a su abuelito ya que lo ve a muy solo. El abuelito Joaqu n contaba a sus nietos que con mucho esfuerzo pudo construir una casita muy bonita, que tena un hermoso jard n con un pasto que era verdecito y alrededor tena hermosas plantas y flores muy coloridas. Este lugar, tan acogedor, ahora le serva para descansar y tomar los rayos del sol, calentarse recostado en un sillón tipo hamaca y en muchas oportunidades aprovechaba este lugar para contar sus historias a sus nietos que lo queran mucho y alegremente lo escuchaban. Sus nietos Juancito, Pedrito y sobre todo su nieta que l cariñosamente la llamaba Cori, se emocionaban con las historias que relataba. Cori soñaba con ser de grande una profesional en Ingeniera de Minas para en el futuro poder trabajar en minera contribuyendo con la extracción de los minerales tan valiosos para el desarrollo de nuestro pa s. Pasado algunos años, el abuelito fue envejeciendo aún m s, le dio la enfermedad del olvido y perdió poco a poco la memoria. Su

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