Libro La Tierra y sus minerales

rutina ya no era la misma, se volvió malhumorado con sus nietos, quienes no lograban comprender la razón de ese cambio en su comportamiento, pero a pesar de todo lo segu an queriendo porque era m s importante para ellos el recuerdo de las historias que l les hab a contado. Una tarde de un domingo soleado, el abuelito que ten a en un cofre unas piedras de oro que guardaba muy celosamente, decidió esconder tan preciado tesoro sin que nadie lo viera para lo cual hizo un hueco en un rincón de su jardn, el cual lo tapó y lo disimuló astutamente a fin de que nadie se diera cuenta. Con el pasar de los meses, su salud fue empeorando por completo hasta olvidarse del tesoro que hab a escondido sin poder tener la oportunidad de contar el secreto a ninguno de sus familiares. Un da muy lluvioso del mes de febrero, su salud se deterioró por completo, lo tuvieron que internar en el hospital y ocurrió un tr - gico suceso: su muerte, que causó mucha pena y llanto en todos sus familiares y especialmente en su nieta Carolina, llamada muy cariñosamente por su abuelito Cori. Carolina no poda contener su tristeza y frecuentaba el jard n donde sol a conversar con su LA TIERRA Y SUS MINERALES 390

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