Casapatac (Tingo), Paucarpata, Sabanda, Yumina, Puluhuaya, Chilata, Casa-Patak, Quillicona, Pillu y Huishui. Todos se juntaron para dar solución al problema, pero no encontraron cómo salvar al pueblo. Un da desde Yumina bajó el puma Apakhana, acompañado por Unay, para dar el comunicado de aquello que los apus le haban dicho. Apakhana llegó a Churajón y buscó a los abuelangos y Saru que, juntos en el atardecer, se alejaban para esconderse. En ese momento, salió Unay y en el lenguaje escondido de los puquinas les dijo a los abuelangos: —Ha llegado el momento. Su misión de cuidar a la princesa Saru ha llegado a su fin. Ella tiene que salvar a la tierra. Los pueblos sufren y es la única que los puede salvar. Miren las plantas, la quinua, la cañihua, la papa y los rboles no respiran y ya han ca do. Mientras escuchaba detr s de los abuelangos, Saru dio un paso adelante, se arrodilló y acariLA TIERRA Y SUS MINERALES 394
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