Libro La Tierra y sus minerales

Luego, sec ndose las l grimas que tena en su carita, añadió: —Santa tierra porque no me habas dicho esto antes. Cuando pasaba cerca llevando a las ovejas al monte, yo te hubiera dado todos los cuidados que necesitabas y as la cosecha de mis padres hubiera sido un gran xito para ellos. La tierra le respondió: —Ustedes estuvieron tan ocupados pensando en mis frutos que no se preocuparon mucho en m, en abonarme, cuidarme y hablarme. A m no me alcanzaron las fuerzas para poder dar una gran cosecha, pero ahora que ya sabes lo que necesito, lo debes tener en cuenta para cosechar. Adem s, poseo en mi interior algunos metales y piedras preciosas que tu familia y t pueden obtener. As Albertina y la santa tierra hicieron una promesa de cuidarse mutuamente para ayudar a sus padres en sus próximas cosechas. LA TIERRA Y SUS MINERALES 400

RkJQdWJsaXNoZXIy MTM0Mzk2